Los 22 elementos de un buen guión según Pixar

Estos son los principios básicos para contar una historia en la casa del flexo, recopilados por su dibujante Emma Coats. Seguir las normas no garantiza crear un 'Toy Story' o un 'Monstruos S. A.', pero ayuda mucho. Por CINEMANÍA
Los 22 elementos de un buen guión según Pixar
Los 22 elementos de un buen guión según Pixar
Los 22 elementos de un buen guión según Pixar

¿Qué es lo que más nos gusta de las películas de Pixar? ¿La calidad de su animación? Pues en parte sí, pero eso no es todo. ¿Sus personajes entrañables y bien diseñados? También, pero para conseguirlos hace falta algo más. Entonces, ¿cuál es el secreto del éxito de John Lasseter y compañía? Pues está claro: los guiones. Por mucho que Toy Story abriese los ojos del público a la animación digital, no hubiese pasado de ser una anécdota de no ser por la fabulosa historia de Buzz y Woody. Y lo mismo se aplica a las demás entregas de la saga juguetera (¿cuántas secuelas han sacado tanto jugo de sus premisas como Toy Story 3?), a Monstruos S. A., a Wall-E y a (casi) todas las películas del estudio.

En CINEMANÍA, el arte de contar historias en imágenes nos interesa muchísimo. Por eso te ofrecemos la guía para contar buenas historias que ha publicado Emma Coats, una artista de storyboards de la casa del flexo. Durante los largos meses transcurridos elaborando Brave (Indomable), Coats fue reuniendo los consejos que le dispensaban los veteranos de Pixar, y publicándolos en su Twitter. El resultado es una colección de 22 sencillas lecciones que no te garantizarán por sí mismos escribir un Toy Story, pero sí a que tus guiones no tengan agujeros, y a no aparecer jamás en la lista de peores escritores de Hollywood.

1.- A los personajes se les admira más por lo que intentan que por lo que consiguen.

2.- Ten en mente lo que te interesa en tanto que miembro del público, no lo que consideras más divertido en tanto que escritor. Las dos cosas pueden ser muy distintas.

3.- Tener claro el asunto es importante, pero no tendrás claro de qué va la historia hasta que hayas llegado al final. Ahora, a reescribir.

4.- Érase una vez un (o una) ___. Todos los días, ___. Pero un día, ___. Y, por eso, ___. Y, por eso, ___. Hasta que, finalmente, ___.

5.- Simplifica. Céntrate. Funde unos personajes con otros. Salta por encima de las ramificaciones. Te parecerá que estás dejando atrás cosas valiosas, pero en realidad te estás liberando.

6.- ¿Qué se le da bien a tu personaje? ¿Qué le hace sentirse cómodo? Enfréntale a su opuesto matemático. Ponle a prueba. ¿Qué tal se las apaña?

7.- Ten claro tu desenlace antes de haber llegado al nudo. En serio. Los finales son lo más difícil, ten el tuyo preparado cuanto antes.

8.- Termina tu historia, y ciérrala incluso si no te ha quedado perfecta. En un mundo perfecto, tendrías las dos cosas [un final y una historia perfecta]pero debes seguir adelante. Hazlo mejor la próxima vez.

9.- Cuando estés atascado, haz una lista de cosas que NO van a ocurrir a continuación. En muchos casos, así encontrarás las ideas que te sacarán del apuro.

10.- Disecciona las historias que te gustan. Lo que amas en ellas es una parte de ti: debes reconocerlo antes de aprender a usarlo.

11.- Poner tus ideas sobre el papel te permite empezar a trabajarlas. Una idea perfecta que sólo está en tu cabeza es una historia que nunca compartirás con nadie.

12.- Desecha la primera cosa que se te venga a la mente. Y la segunda, y la tercera, y la cuarta, y la quinta… Deshazte de lo obvio, sorpréndete a ti mismo.

13.- Dales opiniones a tus personajes. Los pasivos y los manejables pueden resultarte simpáticos a ti, que eres el que los escribe, pero son veneno para la audiencia.

14.- ¿Por qué debes narrar precisamente ESTA historia? ¿De cuál de tus pasiones se alimenta tu relato? Esa es la clave del asunto.

15.- Si tú fueras tu personaje, en esta situación, ¿cómo te sentirías? La honestidad añade credibilidad a las situaciones increíbles.

16.- ¿Qué está en juego? Danos razones para querer a tu protagonista. ¿Qué ocurrirá si no tiene éxito? Ponlo todo en su contra.

17.- No hay trabajo malgastado. Si la cosa no funciona, relájate y pásate a otro proyecto. Lo que has hecho te será útil más adelante.

18.- Conócete a ti mismo: distingue la diferencia entre hacerlo lo mejor que sabes y lucirte. Narrar es una cuestión de intentarlo, no de depurarlo.

19.- Usar las coincidencias para meter en apuros a tus personajes es genial. Usar las coincidencias para sacar a tus personajes de un aprieto es hacer trampas.

20.- Un ejercicio: analiza los elementos de una historia que no te gusta. ¿Cómo los dispondrías para hacer una historia que SÍ te gusta?

21.- Identifícate con tu escenario y tus personajes, no les hagas reaccionar de forma guay. ¿Qué te llevaría a ti a actuar como actúan ellos?

22.- ¿Cuál es la esencia de tu relato? ¿Y el modo más sencillo de narrarlo? Si sabes eso, podrás empezar a trabajar.

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