La Mesa del Congreso aprobó el martes la última ampliación ordinaria del plazo de enmiendas, cuyo término se fijó para el día 27, pero el Grupo Socialista quería llegar hasta el día 30 y, como la costumbre parlamentaria es que esa decisión se adopte por unanimidad, sondeó al PP para recabar su apoyo a una cuarta prórroga.

Aunque en un principio el Grupo Popular llegó a pensar en dar su visto bueno a esa prórroga extraordinaria de tres días, básicamente por razones de cortesía parlamentaria, finalmente ha decidido no dar su visto bueno a una prórroga pactada.

En la dirección del PP se ha impuesto el criterio de no colaborar en un Estatuto al que se vienen oponiendo frontalmente, pues han considerado que dar un margen de negociación no sería congruente con su posición.

No habiendo reuniones previstas de la Mesa del Congreso, es el presidente de la Cámara quien toma la decisión sobre posibles prórrogas para el registro de enmiendas.

Sin embargo, Manuel Marín ya había avisado de que sólo concedería la ampliación si hubiera una solicitud unánime de todos los grupos y que, si no hay acuerdo, optaría por convocar una reunión de la Mesa la semana que viene para tratar el asunto.

Aunque el Reglamento del Congreso no exige unanimidad para la concesión de una cuarta ampliación del plazo, se ha establecido como costumbre que ésta se apruebe sólo si todos los grupos están de acuerdo. Según las citadas fuentes, Marín considera que este uso debería prevalecer para no sentar precedentes que puedan invocarse en el futuro.

Para dar más argumentos en favor de la prórroga, algunos grupos parlamentarios se están planteando la posibilidad de recurrir también a la mediación del presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra, para que dirija un escrito a la Mesa del Congreso aconsejando la ampliación.

       NOTICIAS RELACIONADAS