El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó este lunes que "lo mejor para todos" es que el disidente cubano Guillermo Fariñas "abandone la huelga de hambre" que ha agravado su estado de salud en los últimos días.

Moratinos hizo esas declaraciones en un desayuno informativo celebrado en Madrid, antes de viajar esta tarde a Cuba para apoyar el diálogo entre el Gobierno y la Iglesia de ese país.

En su visita de tres días a la isla, el titular de Exteriores se entrevistará con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y no se prevé ninguna cita con representantes de la disidencia. El ministro espera reunirse con Raúl Castro -"espero que así sea", ha afirmado Moratinos- en esta visita al estado caribeño.

Preguntado sobre si se va a reunir con Fariñas, el jefe de la diplomacia española respondió: "no, no voy a encontrarme con Fariñas", que mantiene su huelga de hambre desde hace más de 130 días para pedir la libertad de 26 opositores encarcelados enfermos.

El periodista y psicólogo cubano mantiene esa postura desde que el también opositor Orlando Zapata muriera a finales del pasado febrero después de secundar durante 85 días la misma protesta.

El titular de Exteriores precisó que a Fariñas la Embajada española "le ha visitado en varias ocasiones" para preocuparse por su estado de salud.

"Le deseamos que deje la huelga de hambre porque, en definitiva, creo que su objetivo de significar la situación en Cuba ya toda la comunidad internacional lo sabe, y haremos todo lo posible para que pueda recuperar una vida normal", explicó el ministro.

Sobre si el Gobierno español va a hacer alguna propuesta concreta para que Fariñas desista de su huelga, Moratinos dijo: "ya hemos hechos varias".

"Desde el primer día o la primera semana de la huelga de hambre -insistió-, hemos hecho gestiones. Todas las semanas hacemos gestiones. Estamos haciendo gestiones y trasladando la voluntad de que lo mejor para todos es que abandone la huelga de hambre, aunque la respetamos, es legítimo, es un derecho individual".

"Nuestro pensamiento es que, sobre que él buscaba, puede sentirse satisfecho y lo que tiene que hacer ahora es trabajar, como todos hacemos, para mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba", agregó.

"Aparte de eso -continuó-, lógicamente yo tengo otros objetivos en mi estancia en Cuba que merecen la pena que puedan dar resultados y servir a todos los ciudadanos de Cuba y, lógicamente, a los intereses de España y Cuba a medio y largo plazo".