La Audiencia de Valladolid condenó a una pena de dos años, cuatro meses y un quince días de cárcel a una mujer con iniciales N.M.Ch. que entre los meses de mayo y junio de 2008 logró apoderarse de más de 5.000 euros que obtuvo de Caixa Galicia tras abrir una cuenta bancaria con identidad falsa y presentar al cobro un cheque, previamente sustraído, en el que constaba como tomadora la persona cuya identidad suplantó.

En su sentencia, y frente a los cinco años de cárcel pedidos por el Ministerio Fiscal por delito continuado de falsedad en documentos oficiales y mercantiles en concurso con otro continuado de estafa, la Sala rebajó la pena impuesta al aplicar a la procesada la atenuante muy cualificada de reparación del daño causado, ya que ésta ha devuelto el dinero a la entidad perjudicada, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Su abogado, que había pedido una pena de un año y nueve meses de prisión y el pago de una multa de 1.080 euros anticipó su intención de presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

La condenada, quien alegó que tenía problemas económicos y necesitaba mantener a sus dos hijos, se presentó el 28 de mayo de 2008 en la oficina que Caixa Galicia tenía en la Plaza de Las Once Casas de Valladolid y mediante un DNI a nombre de otra persona pero en el que figuraba su foto abrió una cuenta bancaria.

Con posterioridad, el 4 de junio ingresó un cheque por importe de 10.280 euros que había sido sustraído y en el que figuraba como beneficiaria la mujer cuya identidad había suplantado. No fue hasta el día 12 de junio cuando la procesada hizo con cargo a tal cuenta un reintegro de 2.800 euros en la oficina que Caixa Galicia tiene en Fuenlabrada, y en días sucesivos, utilizando una tarjeta de débito, efectuó otros reintegros en cajeros automáticos y distintas compras por importe de otros 2.565 euros.

La mujer pretendió a finales de ese mismo mes hacer lo propio en Vigo, donde también con un DNI a nombre de otras dos personas abrió sendas cuentas bancarias en distintas oficinas de Caixa Galicia en las que presentó al cobro dos cheques, previamente sustraídos, por importe de 80.773 y 65.889 euros. No consiguió su propósito ya que los empleados de ambas sucursales se percataron del engaño.