La catedral de Valencia pide la eliminación de los árboles y jardines de sus fachadas

  • Argumenta que los olivos y cipreses ocultan sus ornamentos y capillas.
  • Los jardines causan, además, humedades en el interior del templo.
La fachada de la plaza de la Reina y la calle del Miguelete han visto crecer de forma desmesurada sus árboles y jardines.
La fachada de la plaza de la Reina y la calle del Miguelete han visto crecer de forma desmesurada sus árboles y jardines.
20MINUTOS.ES
La fachada de la plaza de la Reina y la calle del Miguelete han visto crecer de forma desmesurada sus árboles y jardines.

“No hay ninguna catedral en toda Europa que tenga adosados árboles y jardines”. Con este argumento, al que se unen la falta de visibilidad y la aparición de humedades en el interior del templo, el Cabildo de la catedral de Valencia ha iniciado los trámites para acabar con la vegetación de sus fachadas.

El deán, Emilio Aliaga,  puso en marcha hace un año el proceso para eliminar el arbolado y los jardines que se elevan junto a los muros del templo más importante y representativo de la ciudad. El principal motivo es estético, pues la vegetación impide la observación de las capillas laterales góticas y neoclásicas de la calle del Miguelete y de parte de la fachada principal de la plaza de la Reina.

No obstante, también hay una razón patrimonial. Las humedades que generan los cipreses y olivos han llegado al interior de la Seo y están deteriorando algunos puntos.

Los jardines tienen 40 años

Los jardines no tienen nada que ver con la antigüedad de la sede catedralicia valenciana. El primero que se diseñó pegado al templo data del año 1970, cuando culminó la reforma de la plaza de la Reina y se derribó el muro de sillares del siglo XVIII que ocultaba las capillas góticas del paso a la antigua sala capitular.

La zona ajardinada ocupa el espacio delimitado por el antiguo muro y pertenece al  perímetro del templo. Los otros dos, en la calle del Miguelete, ocupan solares de edificios demolidos hasta el año 1984.

Fuentes del Ayuntamiento de Valencia admiten que el proyecto está “paralizado y todavía en estudio”. La falta de fondos para proyectos de inversión provocada por la crisis económica puede impedir que esta mejora no llegue a cristalizar, aunque desde el Consistorio todavía no la descartan.

Un atentado contra un bien cultural

La iniciativa del Cabildo Metropolitano “está avalada por las normas de la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano, que en sus artículos 21 y 38 establece la supresión de todos aquellos elementos que menoscaben o impidan la adecuada apreciación o contemplación de los monumentos declarados Bien de Interés Cultural, como es el caso de la catedral de Valencia”, añade el deán. En el perímetro que ahora ocupan los jardines, que es propiedad del templo, se colocará un pavimento especial que permita el acceso de los viandantes.

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