"Las raíces del Estatuto de Cataluña están en la Constitución de Cádiz de 1812"

Para el catedrático de la Universidad de Castilla La Mancha, José María Vallejo García-Hevia, las raíces de la sentencia del Estatuto de Cataluña "están en los inicios de la Constitución de Cádiz en 1812".
Monumento a las Cortes de Cádiz
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Monumento a las Cortes de Cádiz

Para el catedrático de la Universidad de Castilla La Mancha, José María Vallejo García-Hevia, las raíces de la sentencia del Estatuto de Cataluña "están en los inicios de la Constitución de Cádiz en 1812".

Según ha afirmado, "los diputados catalanes, entonces, no se planteaban una independencia del resto de España, sino mantener sus peculiaridades lingüísticas o sus tradiciones".

García-Hevia hizo estas declaraciones tras la ponencia sobre 'Los diputados gaditanos', que ofreció en el Parlamento de La Rioja con motivo del curso de verano 'Bicentenario de las Cortes de Cádiz', que tendrá lugar a este viernes.

El bicentenario de las Cortes de Cádiz se celebrará en 2012, y "tal y como ocurrió en 1989 con el bicentenario de la Revolución Francesa; permitirá abrir un debate historiográfico para ver el papel que hoy en día desempeña".

"Hay que quitarle la carga ideológica a la Constitución y darle una imagen sin maniqueísmo y no estereotipada".

Por su parte, el catedrático de las Reales Academias de la Historia y de Jurisprudencia y Legislación, y que fue senador en las Cortes Constituyentes con el partido UCD, José Antonio Escudero, ha señalado que "la primera gran reforma que se llevó a cabo fue la libertad de imprenta, aunque las Cortes acometieron reformas muy importantes, como la abolición de la Inquisición".

Como ha afirmado "a comienzos del siglo XIX la Inquisición fue abolida por Napoleón y a partir de ahí las Cortes de Cádiz se plantearon el debate de si esta organización era compatible con la Constitución o no".

Tras ese debate, las Cortes votaron "y con 90 votos a favor y 60 en contra, se abolió la Inquisición, que entonces dejó de ser apoyada por Roma; y en su lugar se crearon los Tribunales Protectores de la Fe, quien ajustició a la última persona por creencias personales, un profesor de Valencia que se declaró agnóstico".

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