El Palacio de Congresos celebra su duodécimo aniversario con un impacto superior a los 600 millones de euros

El Palacio de Congresos de Valencia celebra su duodécimo aniversario, un periodo en el que su actividad ha significado un impacto económico superior a los 600 millones de euros para la ciudad, que es la que más ha crecido internacionalmente en el número de reuniones en este periodo, según ha informado este jueves la entidad en un comunicado.

El Palacio de Congresos de Valencia celebra su duodécimo aniversario, un periodo en el que su actividad ha significado un impacto económico superior a los 600 millones de euros para la ciudad, que es la que más ha crecido internacionalmente en el número de reuniones en este periodo, según ha informado este jueves la entidad en un comunicado.

Desde su inauguración el 2 de julio de 1998, el edificio diseñado por Norman Foster ha conseguido albergar más de 1.900 eventos, que 1,3 millones de personas pasaran por sus instalaciones y generar un impacto económico en la ciudad superior a los 600 millones de euros.

Durante este tiempo ha acogido reuniones internacionales sobre medicina, arquitectura, economía, así como grandes conciertos, con la presencia de personalidades de todos los campos. Según ICCA (Asociación Internacional de Congresos y Convenciones), Valencia ha sido la ciudad europea con un mayor crecimiento en el número de congresos celebrados durante este periodo.

El consejero director-gerente del Palacio de Congresos de Valencia, José Salinas, ha destacado que la importancia de contar con un recinto como el Palacio ha permitido "poner a Valencia en el mapa, no sólo para el turismo tradicional sino para el de reuniones, que cual genera un impacto económico muy elevado sobre la ciudad, permitiendo con ello contribuir a la mejora y ampliación de sus infraestructuras".

La dirección de la entidad ha subrayado la apuesta por la sostenibilidad y la autosuficiencia económica. En el primer apartado, ha destacado el proyecto ECO , que incorpora un serie de actuaciones, como la transformación realizada en la cubierta del edificio con la incorporación de una instalación fotovoltaica única, que ha permitido reducir el consumo en un millón de kwh al año y generar un ahorro anual de 250.000 euros.

Del apartado económico, dispone de autosuficiencia presupuestaria que le permite "estar en la vanguardia tecnológica y consolidar las políticas de gestión implantadas, que le sirven para funcionar exclusivamente con los recursos que genera además de haberle permitido reinvertir más de 8 millones de euros en mejoras en sus propias instalaciones y equipamientos". El recinto ha recibido el reconocimiento del Royal Institute of British Architechs (RIBA) en 1999, como mejor Edificio Europeo; el premio OPC otorgado por la Federación Española de Empresas Organizadoras Profesionales de Congresos y su elección como tercer mejor Palacio de Congresos del mundo, galardón que otorga la AIPC (Asociación Internacional de Palacios de Congresos).

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