Desde ayer, con la entrada de la empresa Gesfincor, ya hay 13 agencias dadas de alta en este registro en Córdoba (7 en la capital y 6 en la provincia) que sirven de intermediarias entre arrendatarios e inquilinos, ya que ambos pueden obtener distintas ayudas.

Las subvenciones

Los propietarios pueden recibir hasta 6.000 euros para reformar el inmueble, mientras que los inquilinos podrán obtener subvenciones de hasta el 40% del alquiler anual, con una cuantía máxima de 2.880 euros. La renta de los beneficiarios no puede superar los 15.000 euros anuales, mientras que las agencias reciben una subvención de 600 euros anuales por cada contrato firmado.

El caso es que no todas las agencias inscritas en el plan tienen su bolsa de alquiler abierta al público, pues la Junta exige que tenga al menos 10 pisos para ofrecer a los interesados, cosa que sólo han conseguido algunas.

En este sentido, la inmobiliaria Aranda indicó que posiblemente en enero puedan abrir la suya después de tres meses trabajando, pues «sólo interesa a los que piden subvención para renovar el piso, al resto no».

«Es todavía una normativa joven»

La empresa Montemayor asegura que es mayor el número de consultas que reciben por parte de jóvenes interesados en conocer los pisos disponibles que de los propietarios, lo que les supone mayor esfuerzo de personal para la atención al cliente y un coste telefónico añadido. El delegado de Obras Públicas, Francisco García, lamentó este hecho afirmando que «se trata de una normativa joven que aún no ha calado entre los cordobeses, por lo que ese desconocimiento y desconfianza provoca todavía algunas reticencias».