La directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT), Anna Ferrer, ha asegurado hoy en Santander que fijar una edad límite para conducir es "imposible" y ha abogado por plantear el tema como una "cuestión de responsabilidades" en un país donde "cada vez hay más población mayor".

En este sentido, apeló al papel de agentes como la familia, los médicos, los centros de reconocimiento y los propios conductores para detectar los "límites".

Así lo explicó en una rueda de prensa celebrada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo de su participación en el Encuentro 'El sector de autopistas de peaje ante la salida de la crisis', en la que estuvo acompañada por el presidente del Real Automóvil Club de España (RACE), Ramón García-Moliner.

Ferrer explicó que los estudios reflejan que este sector de la población "va adaptando su movilidad", de manera que "no salen en horas puntas ni conducen de noche".

Además, en su opinión, "tenemos que preservar su derecho a seguir viviendo con estas condiciones de calidad de vida".

García-Moliner añadió que de los 1.200 socios mayores de 80 años con que cuenta RACE "cerca de un 40 por ciento sigue conduciendo".

La directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial destacó el descenso de víctimas mortales en las carreteras españolas, recordando que en 2003 fallecieron 5.400 personas mientras que en 2009 la cifra se redujo a la mitad, con "algo más de 2.700".

Ferrer achacó esta disminución a las mejoras en infraestructuras, el actual parque automovilístico y la seguridad.

En su opinión "nuestro sistema está funcionando", aunque alertó de que una subida en diez kilómetros por hora en los límites de velocidad "podría suponer un aumento de las víctimas mortales de hasta un 30 por ciento".

Por el contrario, el presidente de RACE se mostró partidario de aumentar el límite en las autopistas hasta los 130 kilómetros por hora, como Francia o Italia.

García-Moliner, quien recordó que la velocidad vigente en las autopistas y autovías españolas data de 1981, aseguró que con esta medida "la seguridad se va a mantener".

Así, apuntó a las carreteras secundarias como espacio donde se registra "la mayor tasa de mortalidad" e insistió en que los límites se valorarían atendiendo a las características de las carreteras.