«La vivo lo normal, pero sin la pandereta» «Me gustan lo justo. Vivo la Navidad, pero sin ir con la pandereta en la mano. No me gusta ser una fariseo. Creo que estas fiestas se viven por la familia, por los niños, pero no le veo el sentido religioso que podían tener antes. Más bien le veo el sentido del negocio que tienen. Todos hacemos los típicos regalos».

Mª Carmen Moralejo peluquera

«Cada vez son más tristes». «Antes las vivía mucho más. Cuando eres una niña les ves un sentido más alegre. Está toda la familia, los regalos... Ahora, para mí, son cada vez más tristes porque va faltando parte de la familia. Aun así, nos juntamos y me gusta el ambiente que se crea. Es bonito, aunque cada vez empieza a cansarme un poco más».

Aniceto Martén Chófer, 58 años

«Me gusta todo de la Navidad; estos días soy feliz». «Me gusta mucho  por los adornos, los chavales, la música, la alegría... Estos días soy feliz. Nos juntamos la familia, que es lo más bonito que hay. Las Navidades son bonitas, son una fiesta. ¡Lo que no me gustan son los funerales! Quizá han perdido el sentido religioso, pero para mí lo tienen».

Agurtzane Ibáñez Comercial, 29 años

«Comemos langostinos en cualquier época». «No me gustan nada, por muchas cosas. Queda menos familia, ya no nos dan vacaciones. Antes hacían mucha más ilusión. Hoy tenemos de todo y langostinos podemos comer cualquier día».

Francisco Parra pintor, 31 años

«La Navidad es una patraña». «La Navidad es un patraña. Ahora resulta que la gente es feliz y te saluda por la calle. Y cualquier otro día ni te mira. Hay una hipocresía y una falsedad muy grande con el sentido comercial de todos los negocios».