Los voluntarios se agrupan en 147 asociaciones de Zaragoza. La mayoría de ellas  (56) desempeñan labores de acción social y hay, además,  28 de salud, 20 de solidaridad internacional y 19 de tiempo libre. El listado completo de estas entidades figura en la web municipal www.zaragoza.es/juventud.

Jóvenes y jubilados son los colectivos que más trabajan en voluntariado. El perfil del primer grupo es el de una persona joven (en un alto porcentaje, mujer y universitaria), dinámica y con ganas de realizar una actividad que le haga sentir útil para la sociedad.

Personas mayores

En el segundo grupo están las personas mayores que disponen de mucho tiempo libre –casi siempre mujer, aunque también hay jubilados–, cuyo grado de dedicación es enorme. «Son madres cuyos hijos se han ido de casa y deciden dar su tiempo a los demás». Así lo explicó a 20 minutos Pilar Borjabad, técnico de la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado de Acción Social.

El voluntariado en Aragón, del que se benefician más de 20.000 personas, se encuentra en un buen momento dada la alta participación de la ciudadanía. Aun así, en labores de ayuda a colectivos desfavorecidos (atención a mayores, niños, discapacitados, inmigrantes) siempre hace falta más ayuda.

Para seguir desarrollando su labor, los voluntarios piden mayores subvenciones por parte de las instituciones públicas.

Requisitos para ser voluntario

Si eres mayor de edad y tienes ganas de ayudar a los demás y tiempo para comprometerte en una labor social, cumples el perfil de voluntario. Si es así, debes elegir el campo en el que te gustaría prestar tus servicios (personas mayores, discapacitados, racismo, integración...). Cuando lo sepas, elabora una lista con las asociaciones y entidades que más te interesen y acude personalmente a cada una de ellas para pedir información. El único papeleo necesario es una hoja con tus datos personales.

Julián Emperador.Intermón Oxfam y monitor de discapacitados. 21 años. «Ser voluntario te enseña a tomar conciencia de lo que pasa a tu alrededor. Vivimos aislados en una burbuja y no sabemos qué pasa más allá de nuestra frente».

Silvia Martinez.FEAPS. 23 años. «Me hice voluntaria porque quería estudiar magisterio de educación especial y tenía que comprobar si estaba capacitada para ello. Aprendes a valorar lo que tienes y te das cuenta de que tus problemas son insignificantes».

Rodrigo Dominguez. Apoyo escolar en una parroquia. 21 años. «Me hice voluntario para ampliar mi formación. Ayudar a niños con problemas de adaptación social es muy gratificante, te enseña a diferenciar lo que es importante o no».

Eva Desentre. Monitora en Especial Olimpics. 27 años. «Llevo 12 años siendo voluntaria y, gracias a esta labor, he aprendido a valorar lo básico de la vida. Los discapacitados conservan valores que muchos de nosotros hemos olvidado».