El baile tuvo lugar en el selecto club Too2Much en el barrio londinense del Soho. Un prodigio kitch decorado con cuero y cristal de Swarovsky. Por allí se acercaron entre otros Bryan Adams, Gary Barlow y hasta Kid Rock  sin  Pamela Anderson.

El toque petardo lo dieron los camareros contratados, con sus pectorales de acero adornados con pajaritas y botas de montar de punta afilada.

El agapé, de lo más dietético. Elton quiere que le quede bien el traje de novio. La especialidad gastronómica que dominó en el bufett fue el Sushi, y la concurrencia acabó con las existencias de Champagne.

Por allí estaba la rutilante Liz Hurley, acompañada de su multimillonario marido, Arun Nayar, los Osbourne, y Orlando Bloom que lució a su chica, Kate Bosworth, a quien recientemente ha obsequiado con un anillo de compromiso de 60.000 libras esterlinas.

Elton no quiere regalos para su boda, ha pedido que los invitados realicen donaciones equivalentes al dinero que pretendían gastar a fundaciones y ongs dedicadas a la lucha contra el SIDA.

Una de las amigas de la pareja, Cilla Blank declaró  que digan lo que digan, no se resistirá a comprarles además un tostador.

Allí no se llevan las cencerradas, pero las gamberradas dedicadas a los novios no son mucho más sofisticadas que las que se estilan en España. pero antes de entrar en el local, Paul O’Grady, maestro de ceremonias en la fiesta desveló los planes: “Los vamos a atar a un poste y a cubrirlos con espuma de afeitar, ellos no lo saben”. Sir Elton John y su prometido contraerán matrimonio mañana en el Ayuntamiento de Windsor, el mismo lugar donde se casaron Carlos y Camilla.