El Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) destinará más de 1,8 millones de euros para sacar a concurso el concierto de 40 plazas en centros residenciales de rehabilitación destinadas a personas con trastorno mental grave.

Unas plazas de las que se podrán beneficiar personas que requieran una atención en un entorno residencial, derivada de su situación de dependencia e inexistencia o inadecuación de una red de apoyo social, informó la Junta en un comunicado de prensa.

En concreto, saldrán a concierto en un único centro, que podrá estar situado en el término municipal de Mérida o de Plasencia, para cumplir "uno de los objetivos" propuestos en el Plan Integral de Salud Mental de Extremadura 2007-2012. Dicho objetivo consiste en la ampliación del número de plazas residenciales comunitarias en estas zonas de Extremadura, siguiendo el proceso de planificación establecido.

El concierto supone, además del incremento del número de plazas residenciales comunitarias para personas con trastorno mental grave, una reducción "importante" en la lista de espera para acceder a este tipo de recursos, lo que da respuesta a "una demanda creciente de las familias de estas personas".

Las plazas

Las plazas se contextualizan dentro del programa de apoyo residencial, contenido en el artículo 17 del decreto 92/2006, de 16 de mayo, por el que se establece la organización y funcionamiento de la atención a la salud mental en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Deberán coordinarse con el resto de recursos de salud mental de Extremadura, siguiendo las líneas establecidas.

La atención que se prestará a estas personas será igual a la que se presta en otros centros extremeños de la misma naturaleza, consistente en el apoyo residencial, alojamiento y manutención durante 24 horas los 365 días al año, así como atención a la dependencia a través de tratamiento rehabilitador especializado con el objetivo de mejorar la autonomía funcional de la persona, prevenir situaciones de dependencia y facilitar su integración comunitaria.

También incluye atención sanitaria, entendida como la supervisión del cumplimiento del tratamiento psiquiátrico prescripto a la persona, asistencia a consultas psiquiátricas y de medicina general y todas las necesidades puntuales que los usuarios tuvieran en este aspecto.