Detenidos en Cantabria y Vizcaya cinco miembros de un grupo dedicado a atracar bancos por el sistema de butrón

Se les imputa un robo en Astillero y otro en grado de tentativa en Santander

La Guardia Civil ha detenido en Cantabria y Vizcaya a cinco personas (cuatro españoles y un colombiano), integrantes de un grupo dedicado a cometer atracos en entidades bancarias por el procedimiento del 'butrón'. Una de las detenciones se produjo en la localidad cántabra de San Miguel de Meruelo y las otras cuatro en Bilbao, momentos antes de que cometieran un robo en una sucursal.

A este grupo se le imputa la autoría de cuatro robos consumados, uno en la localidad de Astillero (Cantabria) en febrero de este año, así como seis en grado de tentativa, uno de ellos en Santander.

En la operación, denominada 'Astilla', también se realizaron dos registros domiciliarios en Castro Urdiales, uno en Bilbao, y otro en Galdákano (Vizcaya). En sus domicilios y a los detenidos se les han intervenido ocho pistolas y un revólver con abundante munición, cinco vehículos de alta gama, pasamontañas, guantes, elementos para maniatar a las víctimas, transmisores, herramientas para realizar los "butrones", placas de matrícula sustraídas y cámaras de vídeo.

Según ha informado hoy la Guardia Civil, los detenidos, que están acusados de delitos de tenencia ilícita de armas, asociación ilícita y detención ilegal, tienen un amplio historial delictivo y son "históricos" en asaltos a banco. Debido a su peligrosidad, las detenciones fueron realizadas por un equipo de asalto del GAR (Grupo de Acción Rápida), especialistas en arrestos de terroristas o delincuentes muy violentos.

Para cometer los atracos, solían esperar la llegada del primer empleado, para que desconectara los sistemas de alarma y entonces entrar a la sucursal a través de un butrón practicado en un local contiguo. A continuación obligaban al empleado a abrir la caja de seguridad para hacerse con el dinero.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de febrero, tras conocer la Guardia Civil la actividad que estaba llevando a cabo un grupo organizado que se dedicaba a la comisión de robos con violencia e intimidación en entidades bancarias con un 'modus operandi' muy definido.

Los integrantes del grupo fueron localizados en Cantabria y Vizcaya, por lo que se estableció un amplio dispositivo de vigilancia y control sobre ellos.

Una vez identificados y estudiados los movimientos que realizaban para cometer los atracos, se puso en marcha la operación, que culminó con la detención de cuatro de ellos en Bilbao, minutos antes de asaltar un banco.

En el momento de su detención, tres de ellos se encontraban ocultos en un local anexo a la entidad bancaria, en el que habían practicado un butrón para acceder a la misma, esperando la entrada y desconexión de las alarmas por parte del primer empleado que llegara.

El cuarto fue detenido en las inmediaciones de la sucursal paseando con un perro, para pasar desapercibido, mientras realizaba labores de contra-vigilancia y daba seguridad a los otros tres para asegurar la huída una vez cometido el hecho.

Se les incautaron cinco armas de fuego, pasamontañas, guantes, transmisiones, elementos para amordazar e inmovilizar a las víctimas, y herramientas para la práctica de butrones.

Paralelamente, en la localidad de San Miguel de Meruelo, la Guardia Civil detuvo al quinto miembro del grupo, también armado, cuando realizaba un estudio previo sobre medidas de seguridad de una entidad bancaria situada en una localidad próxima.

Los detenidos en Bilbao son tres españoles, J.I.Q.M., de 48 años; J.I.T., de 59; y J.F.M., de 49 años; y un colombiano, D.O.C.C., de 29 años. En San Miguel de Meruelo se detuvo a M.F.A., español de 55 años.

Modus operandi

El grupo realizaba, durante varios días consecutivos y en diferentes franjas horarias, un estudio previo de la entidad bancaria que iba a ser objeto del robo (horarios de entradas y salidas de empleados, sistemas de seguridad, vías de fuga, portal o local por el que se accedería, etcétera).

Una vez seleccionada la sucursal que reunía las características adecuadas, varios de ellos se introducían en algún local contiguo a la entidad (Cuartos de contadores, trasteros, etc.), durante las horas en las que ésta permanecía cerrada al público, y practicaban un butrón en la pared divisoria con la entidad bancaria.

Una vez que el primer empleado desconectaba los sistemas de alarma, accedían a través del butrón al interior de la sucursal provistos de armas de fuego y le abordaban para obligarle a abrir la caja de seguridad.

Paralelamente, otros integrantes del grupo permanecían en el exterior del banco prestando apoyo en tareas de seguridad y aportando, a través de transmisores-receptores, la información necesaria ante cualquier imprevisto.

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por la Sección de Delincuencia Organizada de Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, con el apoyo entre otros, del Grupo de Patrimonio de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento