El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura autorizó este viernes la concertación de 40 plazas en un centro residencial de rehabilitación para personas con trastornos mentales graves en Mérida o en Plasencia, por importe de 1.898.000 euros.

El Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia va a sacar a licitación el concierto de estas plazas para aquellas personas con trastorno mental grave que requieran una atención integral dentro de un entorno residencial, derivada de su situación de dependencia e inexistencia o inadecuación de una red de apoyo social.

Las 40 plazas saldrán a concierto en un único centro, que podrá estar situado en el término municipal de Mérida o de Plasencia.

Con ello, se cumple según la Administración regional uno de los objetivos propuestos en el Plan Integral de Salud Mental de Extremadura 2007-2012, que consiste en la ampliación del número de plazas residenciales comunitarias en estas zonas de la comunidad, siguiendo el proceso de planificación establecido.

El concierto de estas plazas supone además del "incremento" en el número de plazas residenciales comunitarias para personas con trastorno mental grave, una "reducción importante" en la lista de espera para acceder a este tipo de recursos, y "dar respuesta" a una demanda "creciente" de los familiares.

Estas plazas residenciales se contextualizan dentro del programa de apoyo residencial, por el que se establece la organización y funcionamiento de la atención a la salud mental en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Por ello, las mismas deberán coordinarse con el resto de Recursos de Salud Mental de Extremadura, siguiendo las líneas establecidas.

La atención que se prestará a estas personas será igual a la que se presta en otros centros residenciales de rehabilitación de Extremadura, es decir, apoyo residencial (alojamiento y manutención 24 horas los 365 días al año); y atención a la dependencia a través de tratamiento rehabilitador especializado con el objetivo de mejorar la autonomía funcional de la persona, prevenir situaciones de dependencia, y facilitar su integración comunitaria.

También se prestará atención sanitaria, entendida como la supervisión del cumplimiento del tratamiento psiquiátrico prescrito a la persona, asistencia a consultas psiquiátricas y de medicina general y todas las necesidades puntuales que los usuarios tuvieran en este aspecto.