Meteorología prevé un verano más cálido de normal que dejará atrás una primavera más fría de lo habitual

Baleares vivirá un verano más cálido de lo normal, que dejará atrás una primavera fría durante la que se han registrado uno o dos grados menos de media de lo que es habitual en este momento del año, según explicó en declaraciones a Europa Press el director del Centro Meteorológico de Balares, Agustí Jansà.

Baleares vivirá un verano más cálido de lo normal, que dejará atrás una primavera fría durante la que se han registrado uno o dos grados menos de media de lo que es habitual en este momento del año, según explicó en declaraciones a Europa Press el director del Centro Meteorológico de Balares, Agustí Jansà.

Mañana y el domingo, el último fin de semana del mes de junio, las islas experimentarán temperaturas cálidas, aunque no en exceso. En el interior de Mallorca, por ejemplo, se alcanzarán máximas del orden de 30 grados, mientras que en la costa oscilarán entre los 28 y 29 grados. En Ibiza y Formentera el calor será aún menor y las máximas se moverán entre los 26 y 27 grados.

Durante la noche y de madrugada, cuando las temperaturas bajarán en mayor medida, se prevén mínimas de 13 y 14 grados en el interior y de 16 y 17 en la costa. Lo habitual es que para estas fechas, a las puertas del mes de julio, se registren 30 grados o más en el interior a pleno día, explicó Jansà, que detalló algunos datos sobre el comportamiento del tiempo en los últimos días.

Así, el pasado día 20 fue "especialmente frío", con 21 grados de media. En días posteriores se han anotado entre 26 y 28 grados, hasta ayer, que se alcanzaron los 29 grados en Sa Pobla. "Estamos viviendo temperaturas uno o dos grados más bajas de lo normal", enfatizó Jansà, que insistió en la importancia de esta diferencia, aunque parezca nimia. Sin ir más lejos, la pasada primavera fue entre medio grado y un grado más fría de lo normal, y "se notó mucho", obervó el meteorólogo.

Los valores obtenidos a finales de la semana pasada y comienzos de la actual "han sido muy bajos por la época", insistió, y apostilló, a renglón seguido, que esta sensación de frío terminará pronto para dar paso a un verano "muy cálido, más caluroso de lo normal", según las previsiones disponibles, que, recordó, son aún experimentales.

Un verano cálido y "seco", si bien en la actualidad las reservas hídricas presentan valores "altísimos". El caso de Mallorca es el más "extraordinario", con un excedente del 58 por ciento. Y, en este sentido, recordó las precipitaciones torrenciales que cayeron en la isla el pasado 3 de mayo, que desbordaron torrentes y anegaron un importante número de viviendas y locales.

Superávit de lluvias

En el resto de islas el superávit también es relevante, aunque lejos de los valores de Mallorca. Es el caso de Ibiza, donde alcanza el 18%, mientras que en Menorca es del 15%. Jansà aclaró que este superávit se obtiene de la suma de la lluvia acumulada en el último año (desde junio de 2009).

Así, en los últimos 365 días, emplazamientos como el Santuari de Lluc han registrado abundante acumulación de agua (2.082 litros); mientras que Palma Portopí acumula 758 litros. En Menorca las precipitaciones fueron menores y en la actualidad la estación del aeropuerto registra 649 litros acumulados, mientras que en Ibiza se alcanzan los 504 litros.

Pese a este superávit hídrico, se espera un verano con "menos lluvias de lo habitual", aclaró, puesto que pese a que los meses de junio, julio y agosto son siempre "muy secos", a finales de agosto y principios de septiembre suele haber ya presencia de lluvias, y, según las previsiones actuales, aún prematuras, este final de verano lloverá "algo menos que en años precedentes", concluyó.

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