Condenan a 16 años de cárcel al hombre que asesinó a su ex cuñada en Pulpí

La Audiencia Provincial de Almería ha impuesto la pena de 16 años de prisión a Alfonso O.E., a quien un jurado popular declaró por unanimidad único culpable del asesinato en 2006 de su ex cuñada, María Dolores P.F., quien falleció degollada con un cuchillo de cocina de 18 centímetros de hoja después de recibir una paliza durante una discusión en la cocina de su domicilio.

Alfonso O.E, según se estipula en el fallo de la Sección Tercera a la que tuvo acceso Europa Press y contra el que se ha anunciado recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), deberá indemnizar a las dos hijas de corta edad de la víctima, de 35 años, con 150.000 euros. La sentencia absuelve al otro procesado por el crimen, José Antonio P.F., para el que el jurado popular emitió veredicto de no culpabilidad.

El jurado consideró acreditado que asestó "directa y personalmente" las cuchilladas que acabaron con la vida de María Dolores P.F. ya que, no sólo lo declaró así tras ser arrestado por la Guardia Civil, sino que, además, la hija de 12 años de la fallecida lo ubicó siempre, incluso durante la vista oral, en el domicilio cuando se produjo el crimen y las pruebas periciales practicas a la ropa y zapatillas que dejó abandonadas en una cuneta y una rambla.

Señala el tribunal que Alfonso O.E., de 30 años y en prisión provisional desde que fue detenido, actuó con alevosía ya que dio varias puñaladas a su ex cuñada en el cuello, una mortal, mientras ella "no podía ya defenderse al estar inconsciente o semiinconsciente por el efecto de los golpes previos que con el puño u objeto contundente le asestó con violencia el acusado en la cabeza y otras partes del cuerpo".

La sentencia recoge como probado que a las 06,00 horas del 27 de septiembre de 2006, el acusado acudió al domicilio situado en la calle Los Manchaos, en Pulpí, donde residía la víctima con sus dos hijas de tres y nueve años. María Dolores P.F. le abrió pese a la hora ya que tenían relación de parentesco y se dirigió a la cocina, momento en el que comenzó a increparle "por causas no determinadas".

Durante la discusión, el joven empezó a dar golpes por todo el cuerpo, y "en especial en el rostro con la intención de causarle el mayor daño posible" para, a continuación, coger un cuchillo de 18 centímetros de hoja y, con superioridad física y sin posibilidad de que ella pudiese escapar del ataque, le dio "cinco pinchazos" en el cuello. Uno de ellos la degolló y le provocó la muerte por shock hipovolémico.

El jurado popular estimó, que durante la vista oral presidida por el magistrado Jesús Martínez Abad, no quedó acreditado que el otro procesado, primo segundo de la mujer, tuviese participación en el crimen. En concreto, el veredicto alude a que su padre declaró que a la hora en la que se cometió estaba "durmiendo" en la casa familiar de Huércal-Overa y a la poca claridad en la identificación de la primogénita de Maria Dolores P.F.

Rechazó, asimismo, que Alfonso O.E. actuase, tal y como alegó el letrado que ejercía su defensa, alterado por el consumo de alcohol y drogas ya que, tal y como señaló un forense en el acto de juicio, el que lavara cuidadosamente el cuchillo en un lavabo de la vivienda y después lo arrojase en una cuneta, "evidencia que actuó manteniendo intactas sus capacidades intelectivas y volitivas".

Tras hacerse público en sala el veredicto, la acusación particular, que solicitaba 25 años de cárcel, se adhirió al escrito de conclusiones definitivas del Ministerio Fiscal mientras que su defensa pidió la libre absolución y, subsidiariamente, la condena a diez años de prisión como autor de un delito de homicidio imprudente con la eximente incompleta de intoxicación ocasional.

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