Las áreas de Servicios Sociales y de Salud Pública y Consumo están acabando de perfilar, junto a los Mossos d’Esquadra y la Policía Local, este «programa pionero» en Catalunya, según comenta el técnico encargado de impartir los cursos, Carles Sedó. El curso se desarrollará en cuatro sesiones donde «se trabajarán la información sobre la sustancia que consumen, aspectos legales, riesgos asociados al consumo y pautas para el abandono o mejora de consumo», explicó Sedó.

De enero a diciembre de este año, los Mossos d’Esquadra que patrullan en Santa Coloma levantaron 307 actas por consumo de droga en la calle y 816 por tenencia de droga para consumo. El Ayuntamiento es el encargado de poner posteriormente la sanción. Este programa ya hace años que se lleva a cabo con menores. Este año han participado en él una docena.

En Barcelona, prefieren la multa

La Agència de Salut Pública de Barcelona no ha tenido mucho éxito con una iniciativa similar en la que al infractor se le retira la multa si se pasa por el Servei d’Orientació per Drogues. De los 212 jóvenes sancionados en la capital catalana hasta octubre de este año, sólo 40 se acogieron a la medida. «Les proponemos hablar durante cuatro días. Mal no les va a ir y encima se evitan pagar la multa», afirma Carles Sedó.