El Ararteko, Iñigo Lamarca, anunció hoy que el riesgo de "colapso en los servicios sociales de base es "evidente", ya que, en los últimos diez años, el nivel de demanda ha aumentado un 70 por ciento y el gasto derivado a paliar dicha demanda lo ha hecho en un 45 por ciento. Sin embargo, el defensor del pueblo vasco afirmó que dicha advertencia "no supone una alarma", ya que "hay tiempo para mejorar".

Los datos y la advertencia se desprenden de informe extraordinario presentado hoy por el Ararteko en el Parlamento vasco bajo el nombre 'La Situación de los Servicios Sociales de Base en la Comunidad Autónoma del País Vasco'.

El informe, realizado a lo largo de 216 unidades de base y en el que se recoge la opinión de cerca de 500 personas, concluye con 34 recomendaciones en torno a la financiación; a la homogeneización entre unidades; a la coordinación entre los servicios; y a la definición de indicadores y ratios adecuados para los trabajadores.

Asimismo, el Ararteko denunció que un 43 por ciento de los ciudadanos no conoce la existencia de los servicios sociales de base, y recordó que dichos servicios son la primera atención que reciben los ciudadanos demandantes de ayuda, asistencial o económica.

A su vez, Lamarca señaló que actualmente el gasto en los servicios sociales de base supone un 3,3 por ciento del total de los gastos derivados de los servicios sociales en su conjunto.

No obstante, Lamarca afirmó que un 15 por ciento de los ciudadanos vascos solicitan servicios sociales de base, paso necesario para poder solicitar la renta de garantía de ingresos, y explicó que "nadie sabe" cual será el incremento en la demanda de renta de garantía de ingresos cuando la población que se encuentre sin trabajo deje de cobrar los subsidios por desempleo.

"racionalización de recursos"

Por dicho motivo, el Ararteko solicitó "mayor racionalización de los recursos", y criticó que en su mayoría son los ayuntamientos los que se hacen cargo de cubrir las demandas procedentes de los servicios sociales de base.

Además, señaló que entre las diputaciones forales, Álava es la única que participa en la financiación, cubriendo el 45,3 por ciento del gasto que generan los servicios de base en la provincia.

Pese a las criticas derivadas en el informe, Lamarca afirmó que los servicios sociales de base "son un recurso que funciona", y añadió que la "ciudadanía lo valora de manera positiva". "Las personas usuarias tienen buena imagen de los profesionales que prestan los servicios de base", añadió.