Cada hora una mujer rusa muere víctima de la violencia doméstica

Una mujer muere cada hora víctima de la violencia doméstica en Rusia, mientras el 70 por ciento de las rusas han sufrido alguna vez en sus vidas malos tratos físicos, psicológicos o sexuales.
Las estadísticas oficiales cifran en 9.000 las mujeres que mueren cada año en los hogares rusos, aunque las organizaciones de derechos humanos consideran que esta cifra es mucho más alta. Según el Centro Nacional de Prevención de la Violencia (CNPV), la violencia doméstica acaba cada año con la vida de 14.000 mujeres en Rusia, y cifra en 3.000 los hombres que mueren en este país a manos de sus mujeres.

En comparación, en Estados Unidos esta cifra es de 3.000 mujeres muertas a manos de sus maridos, compañeros sentimentales o parientes, cuando la población norteamericana (300 millones) duplica a la rusa (143 millones).

Una cuarta parte de las agresiones domésticas que tienen lugar en Rusia tienen un componente sexual, es decir, las mujeres son obligadas a practicar el sexo contra su voluntad.

Paradójicamente, más de la mitad de los rusos y rusas no consideran que sea posible considerar violación la agresión sexual dentro de la pareja.

"Cuando las cosas van mal, las mujeres rusas trabajan, y los hombres beben", aseguró recientemente a EFE la prestigiosa activista Valentina Mélnikova, presidenta de la Unión del Comité de Madres de Soldados (UCMS).

El alcohol, la principal causa de las agresiones 

Sin duda el alcoholismo es considerado el factor fundamental de la violencia doméstica en Rusia, aunque los activistas apuntan otras causas.

Según la organización Amnistía Internacional (AI), la violencia doméstica sigue siendo considerada por la sociedad, la policía y la Justicia rusas como un asunto "familiar" y "privado".

En la actualidad, sólo 200 albergues para mujeres maltratadas funcionan en Rusia, tras el cierre de decenas de centros en los últimos años a causa del recorte del presupuesto dedicado a política social.

En Moscú únicamente existe un centro para mujeres maltratadas, pero está situado en las afueras de la capital.

"Una mujer llamó a la policía quince veces durante una noche y la policía nunca vino. El cuartel de la policía está a sólo 500 metros de su casa", señaló Friederike Behr, coordinador de AI en Rusia.

AI acusa a las autoridades rusas de permisividad con los autores de los malos tratos y de negarse a responder a las llamadas de las maltratadas.

En otro caso, agregó, "una mujer llamó a la comisaría después de que su marido le propinara una paliza. El policía le respondió: iremos a tu casa cuando haya algún muerto".

"En los contados casos que acuden, detienen al agresor y lo ponen en libertad a las pocas horas", subrayó.

Los índices de violencia doméstica son mayores en Siberia, donde el alcoholismo y el desempleo son más altos que en el resto del país.

En la región de Altái, limítrofe con Kazajistán, Yelena Shítova dirige la Alianza de Mujeres, grupo que asesora jurídicamente a posibles demandantes.

 Dificultades para denunciar

"Muchos casos son clasificados como acusaciones privadas, por lo que la demandante tiene que encargarse de presentar todos los documentos por su cuenta y riesgo. Además, la máxima pena es de tres años", señala.

En Rusia, las víctimas de la violencia doméstica no tienen derecho a un abogado del Estado, por lo que tienen que contratar uno particular, cuyos honorarios superan los 100 dólares, el sueldo mensual en muchas partes del país.

El subdirector de la organización contra la violencia ANNA, Andréi Sinélnikov, considera que la impunidad con la que actúan los agresores en Rusia sienta un precedente muy peligroso para el futuro.

Según el activista, los menores de edad que han sido testigos de violencia doméstica son más proclives a protagonizarla en su etapa adulta.

Además, 65.000 menores fueron declarados jurídicamente huérfanos en 2004 porque sus padres perdieron la patria potestad al haber sido acusados de violencia doméstica.

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