Según informó la Benemérita en una nota, los detenidos habían trabajado en las instalaciones en las que se habían cometido los robos, por lo que eran plenamente conocedores del interior de ambas instalaciones así como de los puntos que permitían un mejor y más fácil acceso al interior de ellas.

En concreto, ambos robos fueron denunciados los días 25 de mayo y 1 de junio. Tras ello, los agentes comprobaron que habían sido cometidos utilizando el mismo 'modus operandi'. Así, por la inspección ocular y los efectos que habían sido sustraídos, la Guardia Civil sospechó de dos presuntos implicados y conocidos por los agentes por sus antecedentes delictivos.

Con los indicios y pruebas suficientes de la participación en los robos de estos dos varones, el Instituto Armado los detuvo el día 14 de junio, tras localizarlos en una calle de Pozoblanco. Durante la instrucción de diligencias, C.F.C. y R.C.C. confesaron su autoría en los hurtos.

Cabe destacar que C.F.G. y R.C.C. ya fueron detenidos el pasado mes de febrero por la comisión de delitos contra la propiedad, concretamente robos con fuerza en las cosas cometidos en iglesias y ermitas de la zona norte de Córdoba, sur de Ciudad Real y varias localidades de Badajoz.

Asimismo, el día 14 de mayo fueron nuevamente detenidos tras ser sorprendidos por varios ciudadanos cuando forzaban la puerta de acceso a la sacristía de la parroquia de Villaviciosa y el día 24 de mayo la Guardia Civil los detuvo otra vez por un supuesto robo en el interior de un establecimiento de hostelería de Pozoblanco.