Se trata de dos localidades hermanas desde el año 2002, y que desde ayer celebran una jornada de convivencia entre los dos ayuntamientos en tierras gallegas.

El alcalde de A Rúa, Luis Fernández Gudiña, invitó oficialmente a toda la corporación almendralejense a viajar de nuevo hasta Galicia el próximo año para inaugurar la nueva vía, y compartir con ellos las fiestas locales.

La expedición partió de Almendralejo ayer jueves por la mañana. Tras nueve horas de autobús (con las respectivas y obligatorias paradas no exentas de anécdotas), el alcalde, José María Ramírez, junto a varios concejales, tanto del equipo de gobierno como uno en representación de cada partido de la oposición, llegaron a A Rúa.

Una vez instalados en una acogedora casa rural, fueron recibidos por la corporación gallega con una cena típica, en un ambiente casi familiar. Las conversaciones giraron en torno, tanto la vino, como al hermanamiento de las dos ciudades desde hace ya más de diez años.

Hermanamiento que viene dado por las concentraciones del equipo de fútbol del Extremadura C.F., que llegaban hasta este municipio rodeado de sierras para preparar sus partidos de temporada.

La jornada de hoy viernes comenzó a las 11,00 horas con un recibimiento en el consistorio gallego, donde ondeaban las banderas local, nacional y almendralejense. Tras una visita por la casa consistorial, los concejales de ambas corporaciones llegaron al salón de plenos donde, entre otras cosas, se firmó en el libro de honor de la ciudad.

El alcalde de A Rúa, Luis Fernández, manifestó que "hay que seguir trabajando para que el hermanamiento vaya a más". Cabe resaltar la llave de la ciudad de Almendralejo y un plato de las Amas de Casa Nuestra Señora de la Piedad que colgaban de las paredes del despacho de Alcaldía.

Posteriormente, y en un ambiente distendido, con unas temperaturas más propias del Sur, los alcaldes y los concejales recorrieron las calles de A Rúa, hasta llegar a la casa de la cultura. Allí pudieron admirar una exposición de reciclaje y un magnífico teatro que muchos se apresuraron a comparar con el ya desaparecido Teatro Espronceda, ubicado frente al parque de El Espolón.

De nuevo en el autobús la siguiente parada sorprendió a todos por su belleza y grandiosidad: un gran lago llamado Aguillón rodeado de sierras. Cerca de allí, paseando por sus orillas, salía al encuentro el campo de fútbol (hoy abierto al público) donde el club Extremadura se concentraba.FÁBRICA

La expedición al completo se dirigió a una fábrica de automoción donde se elaboran las alfombrillas de los coches. Una industria en la que todo está medido al segundo.

Los empleados trabajan ocho horas al día, con descansos de 15 minutos, anotando tanto lo que hacen bien como mal para posteriormente compararlo con los objetivos previstos. Una experiencia que la mayoría de los visitantes calificó de "dura y sacrificada", refiriéndose al ritmo de trabajo y a la competitividad de la que depende. La empresa, denominada, 'Rieter Saifa', provee a la empresa automovilística Citroen.

La fábrica está compuesta de 130 personas, 90 en plantilla y donde el 80 por ciento son mujeres menores de 30 años. En Europa sólo existen 25 plantas similares.

Hacia las 15,00 horas, las corporaciones ruanas y almendralejense se dirigieron ana bodega con más de 300 años de historia, en al que el bodeguero agasajó de nuevo con un almuerzo gallego, aderezado de los vinos de la propia bodega.

La bodega está catalogada de castro romano, llamada 'A Coroa', y su objetivo principal es "hacer vino de calidad". La bodega fue fundada por dos familias "como tributo a sus antepasadas, esfuerzo y empeño".

Una vez hechos los intercambios de regalos, los almendralejenses partieron hacia Sada (A Coruña) donde mañana se celebra la primera edición de la Feria de Almendralejo: Vinos, Gastronomía y Romanticismo. En ella participarán empresarios locales, así como gente ataviadas con trajes del Romanticismo, y componentes de la asociación de bailes de salón, Abasal.