El subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, anunció hoy que el organismo regulador de los mercados espera publicar las pruebas de estrés realizadas a las entidades financieras españolas "en las próximas semanas" para dar transparencia al sistema financiero, que está "muy sano".

Aríztegui indicó que las pruebas de estrés se realizan sobre la gran mayoría de entidades de crédito españolas y que el objetivo del instituto emisor español es que se den a conocer los resultados de las pruebas de esfuerzo antes del mes de agosto, cuando se reduce la actividad por mandato del sistema operativo del Banco de España.

"El sistema bancario español es muy sano" y la intención del Banco de España es ser "absolutamente transparente", dijo el subgobernador del Banco de España, que clausuraba el curso sobre 'Tres décadas de economía española' organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP).

Aríztegui defendió que el sistema financiero español "se puede presentar" tras los esfuerzos de capitalización llevados a cabo.

A iniciativa española, puntualizó, el comité de supervisores europeo, la representación del Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades respectivas coordinarán un proceso sobre los términos prácticos que aplicar para las pruebas de esfuerzo a la banca, y en función de éstos, el Banco de España participará y hará públicas sus pruebas de estrés.

Aunque eludió referirse al hecho de que Santander y BBVA ocupan el primer y segundo puesto del 'ranking' de mejores notas en los 'stress test' realizados a escala europea, Aríztegui expresó su confianza en que dicho reconocimiento "ayude al buen nombre del sistema financiero español".

Tasa bancaria

En cuanto al establecimiento de una tasa bancaria que grave a las entidades que han percibido ayudas públicas, el subgobernador eludió valorar si estaría justificada su implantación en España, pero apuntó que existen muchas formas de establecerla y que la mayoría versan en la obtención de ingresos sobre pasivos bancarios mayoristas.

Anteriormente, en su discurso, incidió en que el sector bancario español ha evitado las recapitalizaciones masivas que han sido necesarias en otros países y que la gran mayoría de entidades españolas "está haciendo los deberes" adoptando medidas "en la dirección correcta", como incrementar la base de depósitos minoristas, racionalizar los costes de estructura y reforzar la base de capital.

El subgobernador recordó que aún así, el sector debe terminar de absorber desequilibrios estructurales en la difícil coyuntura económica, entre los que citó resolver la dependencia de los mercados mayoristas, así como la excesiva inversión en el sector inmobiliario y el excedente de capacidad instalada.

Aríztegui reconoció que la retirada de los inversores del mercado mayorista en una situación de pérdida generalizada de la confianza ha presionado a las entidades españolas, pero no sólo a ellas, y recalcó que han accedido a estas fuentes de financiación de forma prudente, ya que han concentrado los vencimientos de las emisiones en plazos medios y largos, lo que les da más margen de maniobra frente a los bancos de otros países.

A su parecer, las entidades de crédito aún deben modificar su estructura de pasivo para basarla más en depósitos del mercado interior y no exterior, proceso que, según el subgobernador del Banco de España "inevitablemente llevará su tiempo".

El subgobernador afirmó que los mercados financieros no desaparecen para siempre, sino que pasan por periodos de estrés y de dificultad y "poco a poco vuelven a nacer". Al sistema bancario español las dificultades en los mercados de deuda le cogieron "bien equipado" y "no hay que ponerse nervioso", dijo Arítztegui, si bien reconoció que los procesos de normalización de los mercados "tienden a ser muy lentos".

Reconocer las pérdidas del ladrillo

En cuanto a la burbuja inmobiliaria, abogó por que las entidades no dilaten el reconocimiento de pérdidas de activos inmobiliarios en sus balances y advirtió de que el Banco de España no aceptará dilaciones en este sentido porque "el objetivo es que los bancos sean bancos y no compañías inmobiliarias".

Según resaltó, la inversión en el sector de la promoción inmobiliaria residencial "ha sido excesiva" y supone un riesgo para el sistema bancario, porque se trata de una industria muy vinculada al ciclo económico.

Aunque defendió la vigencia de la banca tradicional española, centrada en el negocio minorista, por afrontar mejor la crisis financiera que la banca de 'originar para distribuir', Aríztegui afirmó que su aplicación práctica "ha supuesto un desarrollo un tanto alocado que ha generado enormes sobresaltos".