El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó hoy que su formación política está dispuesta a "hablar y negociar" el decreto de reforma laboral que ha aprobado el Gobierno porque "no crea empleo y genera mucha confusión". Eso sí, recalcó que deben incluirse algunos aspectos importantes que han quedado fuera del texto.

"Estamos dispuestos a hablar pero si el Gobierno acepta algunas cosas razonables que mucha gente lleva diciendo desde hace muchos años", declaró Rajoy, que además criticó las declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, asegurando que la reforma pretende que no se destruya empleo.

En la clausura de una convención del PP en Melilla, el líder de la oposición señaló que España debe "generar confianza" y para ello se necesita "orden", un "plan" y fijar unos "objetivos claros", que pasan en primer lugar por la creación de empleo.

Tras asegurar que el PP tiene ahora "una gran responsabilidad", Rajoy auguró que en las próximas citas electorales habrá votantes socialistas que darán su confianza al Partido Popular porque ahora en España no hay "un problema de socialismo" sino de "incompetencia atroz".

Aspectos importantes

Rajoy dijo que, entre los "aspectos importantes" que debe contener la reforma laboral para lograr el apoyo del PP, está que no sólo "no destruya empleo", como afirmó hoy el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, sino fundamentalmente que "cree trabajo".

Además el documento debe tener "claridad", algo que, en su opinión, no contiene el texto presentado por el Gobierno de la Nación y así citó los ejemplos de la "dualidad de empleos", "los contratos temporales", los "convenios colectivos" que no hacen distinción entre grandes y pequeñas y medianas empresas y el "absentismo laboral".

Rajoy también destacó como "fundamental" en la reforma laboral la cuestión de "la formación" porque subrayó que "no se trata sólo de hacer cursos, sino de que estén enfocados a las necesidades del mercado laboral".

Pesimista ante el gobierno

El presidente del PP recalcó que su formación "está dispuesta a dialogar" pero se mostró pesimista sobre la postura que va a adoptar finalmente el Ejecutivo de Zapatero si se tiene en cuenta el precedente del "decretazo" por el que se redujeron los sueldos a los empleados públicos y se congelaron las pensiones.

Rajoy declaró en el mitin en Melilla que "estamos dispuestos a dialogar con el Gobierno pero cuando el decretazo no habló con nadie y ahora parece que vamos por el mismo camino". Por ello denunció que "no se puede despreciar a la oposición".