Además, se están planteando otra serie de medidas de ajuste y control del gasto que se irán poniendo en práctica a lo largo del año.

Así lo ha anunciado el alcalde, Íñigo de la Serna, quien destacó que la puesta en marcha de planes de austeridad y de promoción en la actividad económica a partir del año 2008 ha producido un "efecto positivo", con la "contención" del gasto corriente y un endeudamiento que en 2009 se situó un 13 por ciento por debajo del existente en el año 2006.

No obstante, De la Serna cree que el escenario sigue siendo "muy desfavorable y puede serlo aún más de aplicarse el injusto y discriminatorio decreto del Gobierno de Rodríguez Zapatero contra los ayuntamientos, a los que impediría acudir a crédito a largo plazo, algo que no se establece para el resto de administraciones".

Por eso, el Ayuntamiento, "actuando con anticipación y con responsabilidad, se propone ahora realizar todavía un mayor esfuerzo de racionalidad del gasto" y, para ello, "lleva semanas trabajando desde las diferentes áreas de gobierno".

El alcalde explicó que en breve se mostrarán las líneas básicas de esta política de austeridad en el gasto, que se viene a sumar a medidas ya adoptadas con anterioridad.

Las medidas de austeridad en el gasto adoptadas hasta ahora han implicado la congelación desde 2008 de los sueldos de la Corporación y de los cargos de confianza, que ahora se bajarán en un 15 por ciento en el caso del alcalde (5 puntos por encima del 10% que le correspondería siguiendo los criterios de la FEMP) y en un 7 por ciento en el de los concejales.

De la Serna hizo hincapié en que la política del Ayuntamiento es "exactamente la contraria a la que practica el Gobierno de Cantabria, con el abandono absoluto de la ciudad y el castigo a las familias" con la subida de impuestos autonómicos y su "apoyo explícito" a la subida del IVA.

También reprochó al Ejecutivo la "sangría a las políticas sociales, con recortes a las ayudas para las madres y para la compra de libros o la reinstauración del impuesto de sucesiones".

"En lugar de optar por la contención del gasto interno, el Gobierno de Cantabria pretende que los ciudadanos sean los que sufran los recortes y quienes paguen las consecuencias de su nefasta gestión", denunció el alcalde.