Ovidio Sánchez explicó que aunque los ríos estuviesen visto, posiblemente el altísimo nivel de agua caída hubiese propiciado problemas, aunque dijo que el estado de los cauces ha podido agravar la situación. "Alguien no ha gastado el dinero que había para el mantenimiento de los ríos", apuntó el dirigente 'popular' asturiano.

También se mostró crítico con determinadas construcciones y dijo que han podido generar más problemas. Puso como ejemplo el caso de Bao, en Navia, donde los vecinos ya advertían de la infraestructura. Además, rechazó el argumento de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que comentó que las construcciones de hace años no tenían los mismos requisitos que ahora. "¿Y qué pasa con el Hospital de Arriondas, que se construyó en los 90? También se inundó", argumentó Sánchez.

Ovidio Sánchez también apuntó que algunos responsables municipales se quejaron de que la alerta no les llegó hasta las tres de la mañana, cuando ya era muy complicado hacer nada. Habló de "fallos" e "irresponsabilidades" y añadió que el Gobierno regional estuvo "desaparecido" durante buena parte de las inundaciones.AYUDAS

En cualquier caso, Sánchez dijo que el momento de las críticas está por llegar y que lo importante ahora es que las ayudas económicas lleguen de forma "urgente" para los afectados. En este sentido, anunció que el PP pedirá explicaciones en plenos municipales y en la Junta General del Principado sobre este asunto.

Al PP no le sirve el anuncio realizado ayer por la ministra Espinosa de que en el próximo Consejo de Ministros se aprobarán ayudas para las zonas afectadas. Sánchez dijo que se necesitan ya y que no puede consentirse que los ciudadanos que han sufrido las consecuencias de lo ocurrido se pierdan en la burocracia.

A lo largo de estos días, Ovidio Sánchez visitó varias de las zonas afectadas. Comentó que pudo detectar de primera mano la "tremenda angustia" de los vecinos, el "desánimo" entre los comerciantes y profesionales del campo, así como el "desazón" que reina en empresas, fundamentalmente en la factoría de Alcoa, donde hay 600 empleos directos e indirectos. Reclamó "agilidad" para evitar daños mayores.