Obras primitivas de alfarería africana dialogan en Muel con artistas como Picasso, Miró o Llorens Artigas

El Taller-Escuela de Cerámica de Muel ha inaugurado hoy la exposición 'Confluencias en el barro. Alfarería tradicional africana y cerámica contemporánea occidental', una muestra en la que dialogan obras primitivas de la alfarería africana con autores contemporáneos, entre ellos Pablo Picasso, Joan Miró o Josep Llorens Artigues.

La exposición propone un ejercicio de simetría con un conjunto de obras de arte africano de colecciones privadas de Barcelona y piezas contemporáneas del fondo del Museu de Ceràmica. Las catorce parejas que se presentan en la muestra, en asociaciones de dos o tres piezas, hacen dialogar dos épocas y dos mundos.

Así, la muestra crea un conjunto de asociaciones y analogías formales con obras como una máscara negra de Picasso y una jarra de la cultura Lwena de Angola, un recipiente por recoger los malos espíritus de la cultura Cham y Mwana de Nigeria y una mujer-pájaro de Joan Miró.

En palabras de las comisarias de la exposición, María Antonia Casanovas y Elena Martínez-Jacquet, 'Confluencias en el barro' es "una experiencia estética, un juego de asociaciones formales insólitas, que invita a reflexionar sobre el carácter universal del arte". La exposición se podrá visitar en el Taller Escuela de Cerámica de Muel desde hoy jueves, 17 de junio, hasta el 15 de septiembre.

En sus piezas de porcelana Maria Bofill reproduce ruinas arqueológicas, torres y arcos. Una de sus obras, 'Laberinto' (2003) aparece en 'Confluencias en el barro' al lado de un lava pies del Reino de Axum, de Etiopía, que tuvo su momento de esplendor entre los siglos I y VII. El visitante de esta exposición podrá comprobar como en medio del plato hay unos apoyos para los pies y tienen una forma muy parecida al 'Laberinto'.

Por otra parte, una botella, procedente de una excavación arqueológica en el delta del río Níger, con un perfil "muy elegante", la boca estrecha y el cuello largo aparece situado junto a una jarra de Josep Llorens Artigas, dos objetos que "se parecen, se complementan y comparten el mismo espíritu".

Rosa Amorós, estudiosa de arte africano, presenta en esta exposición una pieza, 'Mo IV' (1999) en la que resalta el color de la arcilla y sus formas ásperas. Un contenedor de grano o de vino de palma de la cultura Mfunte y Mambila que viven entre el sudeste de Nigeria y el oeste del Camerún y una jarra de la cultura Gurunsi de Burkina Faso, son las piezas elegidas para establecer un diálogo con la obra de Amorós.

En la exposición se pueden contemplar hasta 14 parejas, elegidas en función de la forma, la técnica, la ornamentación o la decoración pictórica. El montaje juega a resaltar estos parecidos y a provocar un equívoco en el espectador que, a menudo, debe mirar la cartela para saber, de cada pareja, qué pieza es primitiva y cuál contemporánea, explica la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) en un comunicado.

Reinterpretar la cerámica

Esta exposición permite contemplar piezas arqueológicas, de las grandes culturas que florecieron entre el siglo I antes de Cristo y el siglo II de esta era en Nigeria, Malí y Ghana, y de otras, procedentes de sociedades africanas que han conservado hasta hoy el mismo el respeto por sus tradiciones.

Enseres domésticos, receptáculos de fuerzas sobrenaturales y representaciones de los antepasados, que se usaron en los más variados contextos sagrados o profanos, personales o comunitarios.

Además, la muestra reúne una serie de obras del Museu de Ceràmica que habitualmente no se presentan al público, trabajos de artistas contemporáneos como Picasso o Josep Llorens Artigas, que se interesaron por el arte primitivo y convirtieron sus formas en motivo de inspiración. En otros casos, como las jarras en forma de calabaza de Antoni Cumella o Francesc Elías, la coincidencia entre lo contemporáneo y lo primitivo sorprenderá al espectador, afirman las mismas fuentes.

Entre los artistas contemporáneos que figuran en la exposición hay clásicos, como Miró, Picasso, Cumella y Llorens Artigas, y artistas que han desarrollado una trayectoria personal en contacto con las grandes corrientes de la cerámica del siglo XX cono la valenciana Angelina Alós o el sabadellense Francesc Elías.

La generación nacida en los años cuarenta y cincuenta es representada con los catalanes Ramon Carreté y Martí Royo, la gallega María José Díaz y la norteamericana Roberta Griffith, y, finalmente, exponen sus trabajos dos jóvenes creadores: Rosa Cortiella y Santi Moix.

Tras presentarse en Barcelona, la exposición puede verse ahora en el Taller Escuela de Cerámica de la localidad zaragozana de Muel, hasta el 15 de septiembre.

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