Según informó la Consejería, a través de una nota de prensa, la política de cooperación al desarrollo recogida en este Plan tiene como objetivo general la erradicación de la pobreza, contribuyendo al desarrollo humano y sostenible de los pueblos empobrecidos de la Tierra, desde un enfoque de derechos que promueve el empoderamiento y protagonismo de los sectores excluidos.

Noemí Martín destacó que "en tiempos de crisis como los que estamos viviendo no nos podemos olvidar de que en todo el Mundo hay personas que no tienen comida, ni acceso a servicios básicos, ni a la sanidad ni a la educación".

En este Plan se apuesta especialmente por los países del África Subsahariana donde, a pesar de los esfuerzos realizados, se ha registrado un importante incremento de la pobreza y, según las previsiones de Naciones Unidas no se podrán cumplir los objetivos del Milenio previstos para el año 2015.

El objetivo de Bienestar Social es "destinar, en el período de vigencia del Plan, al menos un 20% del presupuesto total a proyectos de cooperación en países como Angola, Benin, Burkina Faso, Camerún, Chad, Costa de Marfil, Etiopía, Kenia, Malawi, Mali, Mozambique, Níger, República Democrática del Congo, Senegal, Sierra Leona, Sudán, Tanzania, Zambia o Zimbawe, en los que ya se iniciaron proyectos durante el anterior Plan 2004-2007". En ese período estos países recibieron un 16,5% del presupuesto total destinado a proyectos de cooperación.

En el Plan Director 2009-2012 se mantienen además como áreas prioritarias de intervención, América Central y Caribe, América del Sur, el Sáhara y Magreb, la cooperación con los Territorios Palestinos Ocupados y con los Estados que acogen a la población palestina refugiada, además de los países asiáticos de India, Afganistán y Camboya.