El secretario general de ERC, Joan Ridao, advirtió hoy de que su partido está hoy "mucho más lejos de dar apoyo a la reforma que ayer mismo" porque, aunque habrá que esperar a las negociaciones, hay muchos cambios introducidos en el Real Decreto que no les gustan nada.

Constató cambios notables que rechazan, como el "endurecimiento en la posición del Gobierno respecto al despido, sucumbiendo a los intereses de la patronal".

Avisó de que el Gobierno deberá esforzarse mucho si quiere el apoyo de ERC porque el Ejecutivo ha puesto en marcha la reforma después de dos años reclamándoselo, "aunque sea tarde y mal".

Ridao dijo que ahora mismo la paternidad de la reforma pertenece solo al Gobierno, y será en el Parlamento donde tenga que recabar los apoyos necesarios. Sin embargo, señaló que el Gobierno no puede exigirles un "acto de fe ni imponer un recorte social que afecte a los derechos de los pensionistas".

Respecto a si la Administración tendrá el apoyo del PP, Ridao indicó que "vendrá determinado por la posibilidad de hacer naufragar los intereses del Gobierno" desde el PP, ya que, según el republicano, a los populares "les gusta" el contenido de la reforma, dijo en el Forum Europa.

Medidas fiscales

Para el líder republicano en el Congreso, la reforma laboral era y es necesaria, pero no lo era "un ajuste como el decretazo social". Por ello, ERC lanza una serie de alternativas, que no sólo pasan por el recorte del gasto, sino por los ingresos.

En concreto, destacó que han planteado una altenativa del tipo fiscal, pasando por elevar el tipo marginal máximo del IRPF del 43 al 46%, porque se bajó a consecuencia de una contrarreforma fiscal, puesta en marcha por el PSOE.

También han planteado restituir el impuesto de patrimonio para las grandes fortunas, a partir de 100.000 euros y recuperar el IVA para bienes de lujo. Sobre las pensiones, "habrá que ver lo qué se puede hacer, siempre en el marco del Pacto de Toledo".

Huelga general

En respuesta a los periodistas, Ridao dijo que no es nadie para juzgar la decisión de los sindicatos, pero dejó clara su "comprensión" de que convoquen huelga general.

Resaltó que esta huelga tiene mucho que ver con esta reforma laboral, pero también con la política económica llevada a cabo por el Gobierno, que "han llevado al desastre en materia social".

"Entiendo y comparto la actitud de los sindicatos, en tanto constituya un toque de atención muy severo al Ejecutivo, en materia social y no sucumba a los intereses de la derecha", añadió.