"¿Y qué recurso les queda a los trabajadores?", se preguntó el líder nacionalista, quien subrayó que "nadie es aficionado a las manifestaciones, pero son los únicos mecanismos con los que cuentan los trabajadores y un derecho constitucional", enfatizó.

"Si el BNG apoya una huelga general es porque tiene que ser la expresión del desacuerdo con la reforma laboral que sólo beneficia al gran capital", manifestó.

En rueda de prensa en Santiago de Compostela, el portavoz nacional del Bloque se adelantó a las críticas de aquellas voces que cuestionan la conveniencia de celebrar esta convocatoria.

"Ya sé que hay quien dice estos días que lo que menos necesita este país es una huelga general", indicó para lamentar que lo único que se busca con esas palabras es invitar a la gente a que "se resigne y no proteste".

Guillerme Vázquez explicitó la oposición "frontal" a la reforma laboral y dijo a todas las que se realizaron en democracia porque "empeoraron" los derechos de los trabajadores, como los contratos "basura" o la invención de la "movilidad geográfica" para tapar "emigración".

Para argumentar esta tesis, y avisar de que no existe tal "rigidez" del mercado laboral, recordó que en el periodo 2007-2010 "se dobló" el paro. El líder nacionalista llamó a los ciudadanos a "no resignarse y a la rebelión social", porque "es necesario modificar un sistema económico que está fracasado y es perverso".

Así, sostuvo que la huelga es "un elemento de presión, de los pocos con los que cuentan los trabajadores para decir que no están de acuerdo con las políticas que se están aplicando a quien gobierna", agregó.

Poda o motosierra

De esta manera, Vázquez recordó las palabras "de un ministro que recientemente dijo que unos optan por ir podando el árbol y otros (el PP) optaría por la motosierra".

"El único problema que tiene esto es que, con motosierra o con poda radical, el árbol se acaba secando", diagnosticó el líder nacionalista.

Guillerme Vázquez subrayó que los problemas de la economía española y gallega "no están en una presunta rigidez laboral, sino en la necesidad de cambiar el modelo" y destacó que "es necesario volver a la cultura del trabajo en lugar de la especulación, a la cultura de la producción frente a la especulación". "Si no, no habrá remedio ni solución", sentenció.

Por otro lado, el BNG también apoyará las movilizaciones convocadas por el sindicato CIG, para el próximo día 17 de junio, y que servirán para rechazar las políticas económicas que desarrolla el Gobierno central, fundamentalmente, en materia laboral.