Puede que la buena acogida que ha tenido en el mercado el modelo desde su lanzamiento haya llevado a la marca a aplicar la máxima “si algo funciona, para que cambiarlo”, porque lo cierto es que los cambios respecto al Swift anterior (con más de 5 años a sus espaldas en el mercado) son mínimos.
En cuanto a las motorizaciones, en el momento del lanzamiento estarán disponibles una mecánica de gasolina (1.2 de 94 CV) y otra diesel (1.3 de 75 CV). Respecto al anterior Swift, el motor de gasolina reduce su cilindrada (viene de un 1.3), aumenta el par, la potencia (antes 92 CV) y disminuye el consumo en 0,8 l/100 km. El diésel mantiene la misma arquitectura pero pasa de 69 a 75 CV, rebajando también consumo y emisiones.
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