Cataluña se blinda contra el burka y el Gobierno calla

Una mujer con burka.
Una mujer con burka.
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Una mujer con burka.

La decisión de un juez de la Audiencia Nacional en septiembre de 2009 de expulsar a una testigo que se negó a levantarse el burka para declarar en una vista se convirtió en el precedente de la cruzada nacional contra el uso del velo integral en espacios públicos. El debate se avivó el pasado mes de abril tras la decisión de un instituto de Madrid de prohibir la asistencia a clase de una niña con velo. Los desenlaces de ambas historias sintetizan la realidad social de la polémica. La testigo declaró cinco días después con el rostro descubierto y la joven Nawja se trasladó a otro centro escolar en el que se permitía el uso el hiyab islámico.

El rechazo social –o político– a la vestimenta musulmana ha ganado el pulso a la tolerancia religiosa. Las dos mociones presentadas en los ayuntamientos catalanes de Lleida y El Vendrell para prohibir el uso del burka y el niqab han recibido el apoyo municipal. Y este lunes por la mañana Barcelona se convertía en el tercer Consistorio en prohibir el acceso a edificios municipales con prendas que oculten el rostro. La decisión fue anunciada por el alcalde socialista Jordi Hereu después de que el PP presentase en mayo una moción para vetar el uso del velo en la Ciudad Condal. La prohibición será impuesta por decreto y afectará a todos los espacios cuya gestión dependa del Consistorio (guarderías, mercados, ambulatorios...).

El debate político ha activado el efecto dominó. Las alcaldías de Girona y Tarragona también votaban este lunes la modificación del reglamento municipal. Tarragona afrontaba la cuestión a través de una moción conjunta presentada por CiU y PSC –que gobierna con ERC– con la tranquilidad de haber alcanzado un principio de acuerdo. Y a última hora de la tarde se aprobaba la medida.

Casi al mismo tiempo, el consistorio de Girona rechazaba una moción presentada por el PP, que tumbó el tripartito que dirige la Alcaldía –PSC, ICV y ERC–, a pesar de que CiU respaldó la iniciativa.

No son propuestas residuales. El Ayuntamiento de Reus (Tarragona) debatirá en pleno el 18 de junio una moción de CiU para limitar el uso del velo y el Consistorio de Coín (Málaga) –gobernado en coalición por el PSOE y el Partido Andalucista– tiene previsto prohibir el uso del burka mediante ordenanza municipal por motivos de seguridad y con el fin de garantizar la "igualdad real" entre hombres y mujeres, según la concejala socialista de Igualdad, Inmaculada Agüera.

Legislación

España carece de legislación sobre el uso del velo islámico. Las consultas municipales son un efecto colateral de ese vacío y se han convertido en presión directa y encubierta sobre la conveniencia de aprobarla. El PP registró el 9 de junio en el Senado una moción para su debate en el pleno y apremió al Gobierno a regularizar su uso.

El Ejecutivo está pendiente de aprobar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa. Pero el tema parece no preocupar en exceso. "La modificación legal no será dependiente del fenómeno burka", concretó el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el 2 de junio. Fue la única vez que el Gobierno se pronunció al respecto. Aunque ese mismo día informó de que la ley buscará defender el honor de las mujeres y dejó entrever que regulará su uso: "Las prendas que no permiten la identificación del sujeto afectan a la dignidad del ser humano", matizó.

Recurso contra la normativa

Los líderes espirituales de once mezquitas catalanas presentarán un recurso de inconstitucionalidad ante el TC contra las mociones impulsadas por diversos consistorios para prohibir el uso del velo. Khattouti, miembro de la junta gestora de la mezquita de Reus, cree que este tipo de normativas atenta contra la libertad religiosa y de la mujer y abordan un problema "inexistente" que "entorpece la convivencia". Al respecto, los imanes ultiman un manifiesto que defiende que cubrirse la cara es una cuestión "religiosa y de libertad individual".

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