"Los sindicatos tienen derecho, pero vivimos en un momento de hipersensibilidad y tras cualquier decisión, los líderes sindicales tendrán que explicar sus razones", dijo Solbes, que participaba en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP), junto a los ex ministros de Economía socialistas Carlos Solchaga y Miguel Boyer.

Sin querer entrar a valorar la propuesta de reforma laboral del Gobierno, ni especificar qué medidas habría que incluir a su parecer, Solbes expresó su convencimiento de que la respuesta de los mercados ante las medidas que se adopten "no es la misma que si hay consenso global".

Tanto Boyer como Solchaga coincidieron en recalcar el derecho de los sindicatos a convocar una huelga general, si bien expresaron su sorpresa por la convocatoria de ésta antes de que el Gobierno dé a conocer los detalles de su reforma laboral.

Para Miguel Boyer, a la luz de lo que ha propuesto el Gobierno hasta ahora es "asombroso e inaudito" que los representantes de los trabajadores convoquen un paro general. "No veo razón para una huelga general con lo que ahora sabemos y antes de que se termine de cocinar", aseveró el titular de Economía desde diciembre de 1982 a julio de 1985.

"La huelga tiene que hacerse a la luz de lo que propone el Gobierno", apuntó Boyer, quien acusó a CC.OO y UGT de insistir convocando una huelga cuando "en el primer ensayo no ha habido entusiasmo". En este sentido, explicó que las organizaciones tienen que mantener "el amiguismo con su electorado" pero que con lo que se conoce hasta el momento sobre la reforma laboral "es difícil que tengan razones para lanzarse a la calle".

Por su parte, el ex ministro Carlos Solchaga consideró que los sindicatos tienen "autonomía" para convocar una huelga general pero que, en esta ocasión, lo han hecho "con anticipación" porque "no se han hecho la foto del acuerdo".

Solchaga, ministro de Economía desde julio de 1985 a julio de 1993, destacó el cambio experimentado por los líderes y los sindicatos europeos desde su época de ministro respecto a la actualidad. "Las relaciones con Nicolás Redondo y Marcelino Camacho eran diferentes que las de Méndez y Toxo", afirmó Solchaga, quien añadió que Camacho era un líder sindical "muy aventajado".

El ex ministro añadió que en la actualidad los dirigentes sindicales "están convencidos de muchas cosas con las que es difícil enfrentarse con una masa que está enfrentada" y señaló que, por el momento, no ha visto una situación "peligrosa" por su parte.