Unos 2.000 niños saharauis de entre 8 y 12 años llegan a partir de mañana al aeropuerto de Málaga para ser acogidos por una familia andaluza durante los meses de verano y evitar de este modo su exposición a las altas temperaturas de los campos de refugiados en los que viven, así como someterse a revisiones médicas y poder disfrutar de buena alimentación a través del Programa Vacaciones en paz, que se mantiene a pesar de la crisis económica.

Así, según explicó a Europa Press el secretario general de la Federación de Asociaciones de Amigos del Sáhara de Andalucía, Fandas, Francisco Guerrero, a partir de mañana y hasta el próximo 21 de junio llegan al aeropuerto de Málaga 13 aviones procedentes de los campamentos de la población refugiada saharaui en Tindouf (Argelia).

Este año vendrán a Andalucía unos 2.000 niños, lo que representa aproximadamente un 8 por ciento menos que el pasado año 2009, cuando participaron en este programa de vacaciones 2.154 menores procedentes de los campamentos de refugiados saharauis, situados en la provincia argelina de Tindouf.

Guerrero resaltó que, a pesar de este descenso de familias dispuestas a acoger durante las vacaciones de verano a un niño procedente de los campos de refugiados del Sáhara, provocado por las la crisis, el número se mantiene en torno a los 2.000 "lo que sin duda es de destacar con las dificultades económicas que están teniendo las familias, muchas, con más de un miembro en paro".

En este sentido, animó a las familias a hacer un "esfuerzo", sobre todo, teniendo en cuenta que, con la crisis, tanto las asociaciones como la Administración "han bajado su financiación". "Es importante que la solidaridad de las familias andaluzas con el pueblo saharui continúe a pesar de la crisis económica tan acusada", dijo.

Tal y como recordó, el programa de vacaciones en paz consiste básicamente en acoger a un niño saharaui cuya edad oscila entre los 7 y 12 años, durante los dos meses de verano en los que en el Sáhara se superan fácilmente los 50 grados.

En España, tienen la oportunidad de disfrutar de un clima más suave y mejorar la "precaria alimentación" que reciben en los campamentos y "cargar las baterías" para pasar el resto del año en el Sáhara. También son sometidos a revisiones médicas para tener controlado su estado de salud y solucionar cualquier problema que puedan tener.

Las familias que les acogen, ya sean parejas o personas solas, lo hacen en régimen de acogida y no pueden adoptarles, ya que se trata de niños que tienen familia en los campamentos de refugiados. Al ser niños, afirmó, "se adaptan rápido a la nueva familia y una vez adaptados suelen repetir año tras año". De hecho, precisó que de los miles de niños que vienen cada verano, el 75 por ciento repite.

Además, las familias de acogida tienen la oportunidad un par de veces al año, en diciembre y/o vacaciones de Semana Santa, y de visitar los campamentos de refugiados para conocer 'in situ' las condiciones de vida en las que se encuentran.

Pasaporte colectivo

Por otro lado, señaló el "esfuerzo" hecho por el Gobierno de España por mantener la posibilidad de expedir los visados de residencia con carácter colectivo si se solicita con un pasaporte colectivo, según la instrucción publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 18 de mayo.

Tal y como explicó, esta posibilidad es fundamental para poder garantizar el traslado de los menores a España, ya que si se exigen los pasaportes de forma individual "mucho de ellos no podrían venir, dado el hecho de que su situación en el Estado argelino como exiliados o refugiados es muy complicada".