Una ordenanza obligará a usar luces más ecológicas

Comercios y Ayuntamiento colaborarán para reducir la contaminación lumínica. Y se hará un mapa de los barrios que más bombillas encienden.
Contar con la participación de todos los coruñeses para evitar la contaminación lumínica.

Ése será uno de los objetivos de la nueva ordenanza municipal que regulará las emisiones de luz a la atmósfera y que estará en funcionamiento en un plazo de dos años.

Esta normativa afectará no sólo al alumbrado público, sino también al sector privado. Así, el Ayuntamiento controlará la emisión de luz de los comercios y les obligará a utilizar sistemas que reduzcan la contaminación lumínica, según explicó ayer el concejal de Medio Ambiente, Florencio Cardador. «Exigiremos que se ponga un tipo de iluminación que cumpla unos mínimos», aseguró el edil. La futura ordenanza municipal estará lista después de la elaboración del mapa de luces de la ciudad.

Para realizar este proyecto se han presentado tres empresas: Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (SICE), Gabinete de Ingeniería (GIGA), y Centro Acústica Aplicada (AAC). Sus propuestas económicas rondan los 60.000 euros.

+ control

Diagnóstico: El mapa lumínico de A Coruña se realizará en un plazo de 12 meses. Así, en el 2007 el Ayuntamiento sabrá: los niveles de contaminación, la influencia de las luces sobre zonas protegidas, el gasto de energía y las zonas de la ciudad donde la emisión lumínica hace más daño al medio ambiente.

La meta de este mapa no es iluminar menos, sino mejor. Una acción que el Gobierno local realiza ya desde hace unos cinco años, con la sustitución de farolas antiguas por otras de ahorro energético en diferentes zonas de la ciudad.

Entre ellas, está el último tramo del Paseo Marítimo que va hasta O Portiño y las nuevas luces de la avenida de Alfonso Molina, a la altura de la Fábrica de Armas.

Factura un 40% de ahorro

Al evitar la contaminación lumínica, el Ayuntamiento también reduce las cifras en su factura de la luz. Los nuevos sistemas ahorran un 40% en alumbrado, por el que A Coruña paga unos 2 millones de euros al año.

Lámparas de sodio, mejor

Las opciones para reducir las emisiones de luz son muchas. La mejor es la de las lámparas de vapor de sodio y las farolas que llevan pantalla, porque dirigen la luz al suelo y no al cielo. Las luces de globo son unas de las peores.

Ni una bombilla Europa sí se apaga

Una de las recomendaciones de los expertos es apagar las luces de monumentos y de muchas zonas que por las noches no es necesario iluminar. Ya lo hacen en Alemania pero aquí aún no está previsto.

Consejos para no contaminar

La responsabilidad de reducir la contaminación lumínica de la ciudad no sólo es del Ayuntamiento. Cada uno de los vecinos, con pequeños gestos cotidianos, puede colaborar. Así, hay que evitar mantener encendidas las luces interiores y exteriores cuando no sea necesario, utilizar lámparas de bajo consumo o no encender los anuncios publicitarios luminosos a partir de determinadas horas de la noche.

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