En declaraciones a Europa Press, Zurera explicó que este reconocimiento entrará en vigor cuando se publique el reglamento en el BOJA y en el BOE, por lo que desde ese momento, la D.O. contará con la protección nacional transitoria y podrá empezar a comercializar con marca de calidad.
Actualmente, hay nueve bodegas en el marco que elaboran aproximadamente unos dos millones de litros de vinagre, de los que se exportan en torno al 80 por ciento, sobre todo a la Unión Europea y Estados Unidos. No obstante, el Consejo Regulador estima que con la D.O. en marcha se podrían ampliar hasta 20 bodegas.
Para la elaboración de vinagres se entregarán vinos previamente calificados por la D.O. Montilla-Moriles y los vinagres se podrán hacer por el sistema de criaderas y soleras o bien por el sistema de añadas. También es posible realizar un copaje combinado de vinagres procedentes de ambos sistemas, apuntó Zurera.
En función del periodo y tipo de envejecimiento, se clasificarán en dulces de crianza, con un mínimo de seis meses en botas, dulce reserva, con más de dos años de crianza, y gran reserva, para los que superen los cinco años en madera.
Las características serán vinagres dulces, también envejecidos, a los que se les ha añadido mosto concentrado, según la variedad de uva utilizada, que puede ser dulce al Pedro Ximénez o Moscatel. La zona de producción también coincide con la D.O. de los Vinos Montilla-Moriles, 17 municipios de la campiña, más parte del municipio de Córdoba.
Montilla-Moriles será la tercera D.O. de vinagres de Andalucía de España, después de la D.O de Jerez de la Frontera (Cádiz) y Huelva. La nueva denominación será gestionada por el mismo consejo regulador, aunque cuenta con su propio reglamento.
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