Asimismo, según informaron a Europa Press fuentes de la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), en las posiciones de cola y por debajo de la media estatal se sitúan Valencia (60,1 kilogramos), Cataluña (66,9) y Andalucía (71,8), datos que confirman el "importante potencial de crecimiento que actualmente presenta, para este tipo de productos, la franja mediterránea".

Los datos de la consultora confirman, además, que el consumidor castellanoleonés se decanta "mucho más" por el producto fresco (77,1 kilogramos) que el conjunto del país, donde la media de consumo de este tipo de artículos es de 58,1 kilogramos, mientras que los congelados alcanzan los 21,3.

Ya en el ámbito nacional, los españoles dedican cerca del doce por ciento de su gasto total en alimentación a la compra de pescados y mariscos, lo que sitúa a estos alimentos tan sólo por detrás de las frutas y hortalizas (16,5%) y la carne fresca (16,2%).

El informe, presentado en el Congreso Aecoc de Productos del Mar, indica también que el consumo de este tipo de alimentos creció un 1,9 por ciento en volumen en el último año móvil, entre abril de 2009 y marzo de 2010, frente al mismo período de años anteriores, si bien el gasto dedicado a estos productos se redujo en un 6,5%.

Los esfuerzos realizados por las empresas del sector para ofrecer precios cada vez más competitivos y la elección de especies más económicas "parecen determinantes para explicar" este descenso.

Así, los datos presentados por el director del Sector Alimentación de Kantar Worldpanel, Pere Vives, indican también que el supermercado es el canal de venta que más crece puesto que el 43% de las compras se realizan en este tipo de establecimientos mientras que la tienda tradicional (42%) "pierde, poco a poco, terreno en favor de este tipo de formato".

"Y es que, en tan sólo siete años, el supermercado ha incrementado en once puntos su cuota de venta de pescado y marisco fresco, pasando de un 32,3 por ciento, al 43 actual", continuaron las mismas fuentes.

Desde el punto de vista del tipo de hogar, el trabajo pone de manifiesto que "los hogares de retirados son los más intensivos en el consumo de este tipo de productos y que los modelos de hogar en las que estos alimentos están menos presentes son los de jóvenes independientes y parejas jóvenes sin hijos".

Los motivos fundamentales para escoger este tipo de alimentos son porque se los considera sanos y saludables (28,8%) y por placer, si bien los datos indican que "las grandes barreras a superar consisten en convertirlos en los favoritos de la familia (sólo es la razón fundamental de consumo en un 7,5% de los casos) y en mostrar al consumidor que pueden ser rápidos y fáciles de preparar".