En concreto, la población que estima el Consistorio ronda habitualmente entre 3.000 y 3.500 ejemplares, una población que permanece estable, informaron a Europa Press fuentes municipales, que apuntaron que se considera una cifra equilibrada para el ecosistema.

Entre las especies más comunes se encuentran, además de ocas y gansos, los patos blanco y azulón, cuyo número de miembros no sufre grandes variaciones ya que se regulan naturalmente en función de las enfermedades propias de la especie, sin que sea necesario un control sanitario de estas aves salvo que se detecte una enfermedad grave.

En cualquier caso, en el caso del Campo Grande por ejemplo, son los propios capataces encargados del cuidado del parque los que observan todos los días a estos animales.

En este pulmón de Valladolid estas ánades tienen en un gran porcentaje las alas cortadas, de forma que se evita que puedan transitar libremente por las vías cercanas al parque y, entre otras cosas, que irrumpan en la calzada por donde transitan vehículos. Sin embargo, eso no supone que en alguna ocasión se haya podido observar algunos patos nadando por la fuente existente en la Plaza de Zorrilla.

Por su parte, los patos que viven en otros entornos en su mayoría tienen capacidad de movimiento, algo que en ocasiones se puede observar en ríos como el Pisuerga.

Por lo que se refiere al alimento, además de lo que ellos puedan encontrar por sí mismos, en el Campo Grande el Ayuntamiento les proporciona cereal, tanto trigo como cebada y maíz. En el caso de los ríos, el Consistorio, en colaboración con la Asociación de Amigos del Pisuerga, les suministra pan duro.