Esta protesta fue avanzada en Córdoba, en la primera de una serie de presentaciones por todas las provincias andaluzas, por la Federación Andaluza de Librerías (FAL), mediante la difusión de un manifiesto, como paso previo a la citada manifestación, que, según anunció hoy el presidente de la Asociación de Papelerías y Librerías de Córdoba (Aplico), Manuel Pérez de la Concha, tendrá lugar en un día comprendido entre el 28 y el 30 del presente junio.

FAL, que antes de la manifestación también remitirá una carta a las Ampas y centros educativos concertados andaluces, advirtiéndoles que procederan contra quienes, incumpliendo la normativa, hagan competencia desleal a los libreros con el canje de los cheques-libro y en la venta de material escolar, "no cuestiona la gratuidad de los libros de texto, pero sí el modelo aplicado actualmente, por considerarlo insostenible e ineficaz".

A ello se ha sumado ahora, según subrayó Pérez de la Concha, "el injustificable incumplimiento, por parte de la Consejería de Educación, de los compromisos adquiridos en el convenio firmado el 2 de junio de 2008 para el desarrollo del programa de gratuidad. Este incumplimiento unilateral provocará importantes daños en el sector del libro", que FAL cifra en 41 millones de euros este año y en 66 millones en 2011.

Además, "se está poniendo en riesgo la supervivencia de las librerías y provocando la pérdida directa de un gran número de puestos de trabajo". Por eso los libreros andaluces reclaman que se haga "un análisis urgente de las consecuencias que tendrá el incumplimiento de la renovación de los libros de texto para Primero y Tercero de ESO".

Esto es un ejemplo de la mencionada "actitud intervencionista" de la Junta, lo cual es "contradictorio con un sistema de libre economía", pues "imposibilita la capacidad de defensa, reacción y adaptación de las librerías como empresas culturales".

Por todo ello, los libreros andaluces piden en su manifiesto "una reunión urgente y la creación de una comisión de las partes afectadas (Consejería de Educación, editores, distribuidores y libreros), que diseñe un modelo viable y sostenible". El resultado debe ser, a juicio de FAL, "la firma de un nuevo convenio, con garantías de continuidad en su cumplimiento por todas las partes firmantes".