El chófer del abogado juzgado nuevamente por estafa dice que el Club Olimpo era la "segunda casa" de su jefe

El testigo fue quien advirtió a la víctima de que estaba siendo engañada por el letrado y un socio de éste

El que fuera chófer del letrado Juan Carlos A.L, juzgado hoy por estafar más de 144.000 euros a una mujer en 2006, que supuestamente bajo engaño hipotecó un chalé de su propiedad por más de 150.000 euros en la creencia de que en realidad estaba constituyendo una sociedad inmobiliaria, aseguró que el acusado y el socio de éste, Javier S.G, también imputado por los mismos hechos, se gastaron el dinero de la víctima en prostitutas.

"¡El Club Olimpo era su segunda casa!", fue una de las 'perlas' que dejó el ex chófer, Jesús V.T, al referirse al abogado durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia de Valladolid, casualmente el mismo tribunal en cuyo banquillo el aludido se sentó el día anterior, esa vez en solitario, para responder de otra estafa, la presuntamente cometida tres años antes sobre otra mujer, una clienta incapacitada a la que causó un perjuicio económico superior a los 243.000 euros.

El testigo en este segundo juicio, en declaraciones recogidas por Europa Press, indicó que fue él quien advirtió a la víctima, María de los Ángeles N.M, de que quienes le habían contratado como chófer, el letrado Juan Carlos A.L. y su socio Javier S.G, la estaban estafando. "Cuando me la presentaron y me dijeron que iba a sumarse a la inmobiliaria como socia capitalista me di cuenta enseguida del engaño porque ella tenía de empresaria lo que yo de cura, tenía muy pocas luces", recordó Jesús V.T. al referirse a la mujer con la que hoy mantiene una relación sentimental.

El declarante explicó que conocía a Javier S.G. por haber compartido anteriormente con él piso durante tres años y precisó que fue éste, con quien se encontró un día, quien le comentó que tenía intención de constituir una agencia inmobiliaria con otro socio y le propuso contratarle como chófer de ambos.

De éstos, el testigo aseguró haberles visto manejar millones de forma muy sospechosa, casualmente durante el periodo en el que entablaron contacto con la víctima, María de los Ángeles N.M, y dejó bien claro cuál pudo ser el destino de buena parte del dinero tras recordar que, en su papel de chófer, llevaba a los dos socios al Club Olimpo "un día sí y otro también", e incluso reveló una conversación claramente incriminatoria en la que Juan Carlos, riéndose, se dirigió a su socio en los siguientes términos: "¡A este hijo de puta le hecho rico en menos de un año!".

Ayuda altruista.

Por su parte, los dos acusados reconocieron haber propuesto a la denunciante, de forma altruista, entrar a formar parte de la inmobiliaria 'Inmobicrédito' que tenían previsto constituir, dado que fue ella misma la que les pidió ayuda porque se acababa de separar y tenía graves problemas económicos, pero negaron que el 21 de marzo de 2006 le hicieron creer que estaba constituyendo ante notario la referida sociedad, cuando lo que en realidad hizo fue gravar un chalé de su propiedad en la urbanización 'El Otero', en Herrera de Duero, con una hipoteca cambiaria por importe de 150.000 euros.

En este sentido, los dos imputados mantuvieron que la mujer era plenamente consciente de que estaba suscribiendo una hipoteca y aseguraron que del dinero obtenido por ella no tocaron un solo euro. "Me limité a ponerla en contacto con Gestores de Hipotecas Cambiarias S.L. para que suscribiera el crédito y no cobré nada por ello por amistad, como a otras muchas personas que han pasado por mi despacho y que no me han pagado", espetó el abogado, actualmente suspendido para el ejercicio de la profesión.

Éste negó igualmente haber mandado mensajes amenazantes e insultantes a través de su teléfono móvil tanto a María de los Ángeles N.M. como a su novio, Jesús V.T, a raíz de que ella presentara denuncia por estafa. "¡Es de chiste, pues jamás he tenido este número de móvil y, además, este tipo de calificativos no son de mi estilo!", zanjó.

"iba engañada".

María de los Ángeles ratificó punto por punto la denuncia y relató que "iba engañada" cuando los dos acusados la acompañaron al notario y la hicieron creer que estaban constituyendo entre los tres la sociedad inmobiliaria, en lugar de hipotecar su chalé, inmueble que meses después perdió al ejecutarla la sociedad que le concedió el préstamo.

La testigo mantuvo que al día siguiente los tres se presentaron en el banco y que allí el director les entregó, una vez descontados los gastos de gestión, 138.232 correspondientes a la letra de cambio suscrita, dinero que, según aseguró, cogió en mano Javier S.G. y se lo repartió con el otro acusado. "Yo no pregunté nada, ni siquiera sabía de cuánto dinero se trataba", insistió la mujer, que no se enteró del engaño hasta que meses después acudió a una inmobiliaria para vender el chalé y le comunicaron que era imposible porque estaba hipotecado.

Oídos los testimonios de unos y otros, las defensas de ambos imputados solicitaron una sentencia absolutoria, mientras que el Ministerio Fiscal y la acusación particular pidieron para ambos una pena de tres años y medio de prisión por delito de estafa y multas por importe de 4.860 euros y, en el caso del citado letrado, otra multa de 720 euros por dos faltas de amenazas, junto con la obligación, entre ambos, de indemnizar a la víctima en más de 144.254 euros.

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