La atención al ciudadano no está para ‘apretones’

De los seis edificios públicos analizados, sólo Usos Múltiples tiene aseos. La espera mínima para hacer el papeleo es de 15 minutos.
Estar de papeleo es sinónimo de terminar la mañana con un cierto grado de cabreo. Y que a nadie se le ocurra tener un apretón porque, sencillamente, no hay cuartos de baño. Ni en correos, ni en tráfico, ni en las oficinas de empleo. Sólo el edificio de Usos Múltiples tiene aseos. Si tenemos en cuenta que, como mínimo, tenemos que esperar 20 minutos a nuestro turno, hay que salir de casa con los deberes hechos.

Cuestión de suerte

Es como una lotería. Ayer, por ejemplo, en la oficina del DNI, a las 12.00 de la mañana, atendían en el acto y sin esperas, «ha sido llegar y besar el santo», comentó Mateo, que acudió a renovar el pasaporte. En la oficina del padrón, en cambio, media hora antes, había 44 personas en la cola que tuvieron que esperar más de una hora para realizar sus gestiones. Por su parte, usuarios de Correos aseguran que para enviar una carta certificada hay que esperar 30 turnos y más de media hora.

Prueba de resistencia

Lo que está claro es que comodidades, las justas. Las esperas se aguantan de pie. El número de sillas es simbólico. En la oficina del Registro Municipal sólo hay 8 sillas. Las mismas que hay en Correos, donde reina la confusión debido al espacio reducido de la sala. Algunos asientos más (15), hay en la oficina del DNI. La sala más preparada es la de la Dirección General de Tráfico, que cuenta con 35 butacas y un televisor, eso sí, ayer por la mañana el monitor estaba apagado, al igual que sucedía en la sala de Correos.

Falta personal

Todas las salas de atención cuentan con gran número de ventanillas que podrían agilizar las gestiones. Lo que no hay es personal atendiendo, y eso que, en el momento de las comprobaciones, la hora del café ya había pasado. En Tráfico, de siete ventanillas, sólo estaban atendiendo en tres. Lo mismo sucedía ayer en la oficina del registro. «Es para mearse de risa, o mejor no, que no hay servicios», bromeaba Luis, un ciudadano.

Correos, vetusto e incómodo

Las colas se entremezclan, tan sólo hay ocho sillas y no hay aseos, aunque el tiempo de espera suele superar los 20 minutos y a veces los 30. Hay pantallas de vídeo, pero cuando fuimos estaban apagadas.

Oficina del dni, no había colas

Fue entrar y besar el santo. No había gente para renovar, ni para sacarse el carné. Pero si hubiésemos tenido que esperar tampoco hay aseos. Nos encontramos con 15 sillas y nueve ventanillas preparadas para la atención.

Registro municipal, una hora de cola

Fue el lugar donde más tuvimos que esperar. Había ocho ventanillas, pero sólo tres estaban abiertas. Había 49 personas y tan sólo ocho sillas. Tampoco hallamos revistas, ni un servicio para hacer las necesidades.

Oficina de tráfico, la espera, sentado

La espera media también puede superar los 45 minutos, aunque varía de un día a otro. Lo mejor, que hay 35 sillas para sentarse. Tampoco hay aseo para el público y la pantalla de vídeo estaba apagada.

Oficina del empleo, la menor espera

Visitamos la oficina del Ecyl de la plaza Poniente. Desde que la gestiona la Junta tiene más sillas, diez, pero no se ha logrado que halla un aseo. 22 minutos fue el tiempo de espera en la cola de prestaciones.

Usos múltiples, el único urinario

El primer y único lugar donde pudimos ir al servicio. La cola en la oficina de atención al ciudadano no fue muy larga, 15 minutos. Tiene sillas y mesas para rellenar datos. Fue la única que no tiene tiques para los turnos.

Angelita Martínez

« Estoy aquí para renovar los datos de padrón y llevo más de 40 minutos y todavía falta para mi turno. Hay demasiada gente. La burocracia es la misma aquí y en mi país, República Dominicana. No hay diferencia».

Marta Sanz

« Vengo mucho a tratar los papeles de la autoescuela en la que trabajo. Aquí, un día no tardas nada, otro día 30 minutos y hasta una hora. Depende de la  gente que hay y de lo  que vengas a tratar».

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