En torno a un centenar de personas se concentraron hoy en Plaza de María Pita, en A Coruña, para rechazar el último caso de violencia machista registrado en esta ciudad, que dejó herida grave, a manos de su ex pareja, a una mujer de origen marroquí que permanece hospitalizada en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña.

La víctima ha sido intervenida quirúrgicamente a raíz de la bala que le entró por el maxilar superior y salió por el cuello y, según el último parte médico del CHUAC, se encuentra en la unidad de reanimación y su estado es estable. En ese mismo centro también está hospitalizado, bajo custodia policial, su agresor, debido a que intentó suicidarse ingiriendo medicamentos y anticongelante antes de que finalmente fuese detenido ayer.

En la concentración de repulsa por los hechos que se produjeron el pasado martes, el alcalde de A Coruña, Javier Losada, censuró la violencia de género y alertó de que "no es un problema particular ni de familias", sino que es "un problema de la sociedad en su conjunto". Por ello, apeló a que la sociedad sea "radical ante estas actitudes, opiniones, palabras o gestos".

"No es sólo el que mata un asesino, es el que dice una palabra, el que intenta hacer pensar que hay hombres por arriba y mujeres por abajo. Todos somos iguales, todos tenemos que respetarnos", proclamó el alcalde herculino en la concentración.

La concentración, en la cual se guardaron cinco minutos de silencio "en homenaje" a la víctima, contó con la presencia de funcionarios y miembros de la corporación municipal, además de ciudadanos anónimos que se sumaron a esta muestra de "solidaridad con toadas las mujeres, hombres y niños que sufren la más mínima violencia", bien sea de palabra o de gesto", según resaltó Javier Losada.AYUDAS

Por su parte, la concejal de Igualdade de A Coruña, Margarita Vázquez, confirmó que las tres hijas que tienen en común la víctima y el agresor ya regresaron al colegio y están asistiendo a clases "con normalidad".

Respecto a la mujer, señaló sufría malos tratos, por lo que decidió abandonar el domicilio familiar, y en un primer momento, acudió a solicitar ayuda de la Xunta, que le proporcionó una plaza en una casa de acogida de la red de atención a maltratadas.

No obstante, la mujer, de origen marroquí como su ex marido, decidió volver a la que era su casa, según relató la concejal de Igualdade, "a raíz de que le dieron la orden de alejamiento" e inició los trámites de separación del hombre que la maltrataba.

Su situación económica no era fácil, comentó Margarita Vázquez, puesto que, antes de la agresión, la mujer había trabajado con un contrato temporal, pero estaba percibiendo la prestación por desempleo, y recibía asistencia jurídica y psicológica del Centro Municipal de la Mujer de A Coruña. Según comentó la concejal, además estaba estudiando la ESO.

Preguntada por el número de usuarias de los servicios municipales a víctimas de malos tratos, la concejal indicó que, entre casas de acogida y servicios de teleasistencia, las personas beneficiarias podrían elevarse a 200 "en distintos grados".