El tribunal destaca que al enfermo, de 74 años y ya fallecido, se lo mandó a casa, pese a que tenía un fuerte dolor en la columna, se le negó tres veces el ingreso, se le hizo una citología sin dar el resultado y se les omitió información a su mujer y su hija. Además, les hizo albergar «esperanzas infundadas respecto a su recuperación».
La asociación del Defensor del Paciente añade que «por no dar, ni siquiera fueron capaces de alimentarlo y acabó desnutrido», punto que no queda probado en la sentencia.
Recurso rechazado
Los familiares, que pedían una indemnización superior, tendrán que conformarse con los 21.000 euros, porque el tribunal considera que, si bien queda probado que la atención fue insuficiente, esto no fue causa determinante de la muerte.
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