SOS Racismo denuncia una agresión de la Policía Municipal de Pamplona a un inmigrante grabada por cámaras de seguridad

SOS Racismo Navarra ha denunciado ante los juzgados un caso de agresión por parte de la Policía Municipal a una persona inmigrante en las dependencias de este Cuerpo en la calle Monasterio de Irache de la capital navarra, que fue grabado por las cámaras de seguridad y que fue puesto en conocimiento de la organización por parte de la persona detenida.

Los miembros de SOS Racismo Navarra Jon Kepa Solchaga, Leire Olza, Beatriz Villaizán y Javier Induráin informaron hoy en rueda de prensa de estos hechos, puestos en conocimiento también del Defensor del Pueblo, y mostraron ante los medios de comunicación las imágenes de la agresión grabadas por las cámaras de seguridad de las dependencias de la Policía Municipal de Pamplona en San Juan.

A juicio de SOS Racismo, "se trata de un caso más, ni siquiera como uno de los más graves, pero existe la diferencia de que los hechos denunciados fueron recogidos por las cámaras de grabación de las dependencias policiales y las imágenes nos han sido entregadas, por lo que hemos estimado necesario hacerlas públicas dada la gravedad de éstas".

En representación de SOS Racismo, Solchaga indicó que los hechos ocurrieron en la madrugada del 11 al 12 de septiembre de 2009 y explicó que el denunciante fue detenido esa noche tras acercarse a unos agentes para preguntar por qué habían pedido la documentación a un amigo suyo.

Según su declaración, el denunciante se sentó en un coche y de espaldas dijo: 'vaya policía tenemos', tras lo que uno de los policías le empujó y tiró al suelo. Después le pidieron la documentación y procedieron a su detención, en la que también sufrió agresiones, según el arrestado.

El detenido fue trasladado hasta dependencias de la Policía Municipal en la calle Monasterio de Irache, donde ocurrieron los hechos que quedaron grabados por las cámaras. Las imágenes muestran que la persona arrestada llegó esposada con las manos en la espalda, "por lo que se puede afirmar que ya se encontraba reducida", según Solchaga.

Según muestra el vídeo, la persona es sacada de la camioneta y empujada hacia una esquina de la estancia. Uno de los agentes empuja su cabeza hasta pegarle con la pared al detenido. Después de este primer golpe contra la pared se suceden cuatro más.

Una vez inmovilizado contra la pared, se acerca otro policía municipal y lo agarra con las dos manos del cuello. Mientras, se suceden un par de patadas por parte de estos dos agentes. En un momento dado, el policía que agarra al detenido del cuello lo levanta del suelo. Mientras, otros tres policías municipales observan los hechos.

Tras esta serie de golpes, lo introdujeron en dependencias de la Policía Municipal retorciéndole los brazos. Según Solchaga, el detenido también declaró haber recibido golpes dentro de la celda por parte de uno de los policías que le acompañó a la misma.

El caso fue denunciado en las oficinas de SOS Racismo Navarra y la organización indicó que "la persona detenida explicó que fue conducido al centro de salud y allí no dijo nada al personal sanitario de que había sido golpeado por la Policía, tan sólo le comento al médico que le dolía la cabeza y le administraron analgésicos". "En el parte médico se hizo constar que había sufrido una agresión: 'Refiere dolor de cabeza tipo pulsátil a nivel de sien derecha tras una agresión'", afirmaron.

"responsabilidad de la alcaldía"

Por otra parte, SOS Racismo criticó "la responsabilidad en este caso de la Alcaldía del Ayuntamiento de Pamplona y de los mandos por ella nombrados, que son los que son los responsables del correcto funcionamiento del Cuerpo Municipal de Policía".

Asimismo, recordó que han pedido a las instituciones, ante el Parlamento de Navarra, que "se aprueben unos protocolos de actuación para los casos de abusos o malos tratos policiales y lo han rechazado, al igual que han rechazado aprobar que se pongan cámaras en las comisarías".

Por ello, indicaron que "al margen de que hechos como el denunciado estén ocurriendo, las instituciones están permitiendo y favoreciendo que ocurran, al no adoptar las medidas legales para evitarlos".

Además, SOS Racismo destacó que "el hecho de que existan cámaras de grabación en comisaría y que éstas hayan captado las imágenes del abuso o agresión da credibilidad a la versión de la persona agredida". "De lo contrario, se encontraría en una situación de mayor indefensión, ya que los jueces están dando un excesivo valor a la presunción de veracidad a los agentes de policía", añadió.

Por último, la organización censuró que las imágenes "no fueron inmediatamente puestas a disposición judicial, como hubiese sido lógico, para que se determinase la posible comisión de una conducta delictiva". Así, resaltaron que "sólo después de la intervención de una organización no gubernamental, en este caso SOS Racismo, las imágenes llegan al juzgado".

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