CCOO cree que la propuesta de la CEOE de bajar los salarios busca romper el dialogo social y conduce a la huelga general

El secretario general de CCOO en Asturias, Antonio Pino, advirtió hoy en Gijón al presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán que va a tener enfrente a dos organizaciones sindicales, al menos, muy importantes, que convocarán una huelga general y lo que haga falta. Así lo dijo después de las declaraciones sobre una posible bajada mínima del cinco por ciento de los salarios en la empresa privada, que Pino calificó de "locura" y que anima a la ruptura del diálogo social.

Asimismo, antes de su participación en un hotel gijonés en una jornada sobre acoso laboral, indicó que lo dicho por Díaz Ferrán es "una forma de cargarse el diálogo social y recordó que hace poco se llegó a un acuerdo para la negociación colectiva y ahora, imitando "la pifia ridícula y estúpida que hizo el Gobierno", pretende hacer lo mismo.

En su opinión, es muy difícil negociar nada si no hay "seguridad, ni lealtad ni confianza" en lo que se firmó, aunque siguió apostando por llegar a un acuerdo en la reforma laboral, no exento de dificultades.

En este sentido, reiteró que el consenso está difícil, sobre todo por las palabras del presidente de la patronal, "a las puertas de un acuerdo", de que va a vulnerar lo suscrito sobre la negociación colectiva con las organizaciones sindicales y que va a plantear reducciones de los salarios del cinco por ciento y más en el sector privado.

Para él, es una "barbaridad que expresa que no hay ninguna voluntad de llegar a un acuerdo". En su opinión, Díaz Ferrán piensa quizás que le ira mucho mejor en la tramitación parlamentaria, una vez que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero "ha perdido el Parlamento", al contar con el apoyo de otros grupos políticos más afines que le permitan obtener más ventajas.

Huelga general antes del verano

Asimismo, señaló que la convocatoria de una huelga general si hay decreto sobre la reforma laboral, con medidas lesivas para los trabajadores, está "aprobada" en el caso de CCOO. De hecho, indicó que el día 14 CCOO y UGT, cada uno por su lado, tienen convocadas reuniones en Madrid para analizar el asunto.

En su opinión, el "café para todos" de Zapatero contiene más elementos de amargura para los trabajadores y más de dulzura para la patronal. También criticó que lo que se pretende es abaratar el despido por doble vía, dar más poder a los empresarios frente a los trabajadores y los sindicatos en términos de flexibilidad "y otra ayuditas", apuntó.

Sobre estas últimas, citó la medida para que del cuarto al 15 día de baja en caso de incapacidad temporal en lugar de financiarlo el empresario lo haga la Seguridad Social, lo que supone 900 millones de euros.

Además, consideró que el Gobierno está "secuestrado" y no es capaz de dar respuesta de izquierdas y le alertó que de seguir por el mismo camino, antes del verano se encontrará una fuerte respuesta sindical. Pese a todo, insistió en que desean que haya un acuerdo positivo respecto a la reforma laboral tanto en términos de contenido como de elevar la moral social.

Según él, algunos ven a las centrales sindicales como un "estorbo", por lo que son atacadas "más allá de que cometamos errores", manifestó antes de añadir que hace menos de diez meses se les veía a los sindicatos como "los salvadores de la Patria y organizaciones responsables". "Hoy parece que seamos el diablo", apostilló.

Baile de cifras

Por otro lado, afirmó que la huelga de ayer tuvo una respuesta "muy importante" por parte de los empleados públicos, como lo demuestra que más de 20.000 personas se manifestaran en Oviedo pese al "aguacero tremendo" que caía.

Por este motivo, indicó que tener dudas del éxito de la convocatoria es "el debate del absurdo" y animó a la Administración a pensar que las medidas de ajuste que recorten empleo pueden conllevar un empobrecimiento de los servicios públicos.

Pino alertó que puede que esa merma de la calidad sea lo que algunos pretenden "porque entienden que en determinados áreas o servicios públicos de nuestro Estado de Bienestar social hay negocio", dijo con alusión a que hay quien desea un ajuste en el sistema asistencial y no el financiero, que es en realidad el origen de la crisis.

Sobre el baile de cifras, acusó a la Administración de aplicar elevadas tasas de servicios mínimos que luego pretende computar como trabajadores que no secundaron la huelga, algo que, en su opinión, es "ridículo" por estar el empleado obligado a realizarlos. A esto sumó que el que aminorara los datos.

El representante sindical apuntó que ellos acuden a la reunión sobre la reforma laboral para buscar una solución frente a los problemas de desempleo, precariedad e inestabilidad en el trabajo, mientras que la patronal son "los dinamiteros del acuerdo".

Pino recalcó que la huelga, al margen de los esfuerzos en la negociación que se puedan hacer, es la forma que hay de protestar ante abusos de gobiernos y sindicatos y cuando se vulneran los acuerdos unilateralmente, se quiebra la confianza y "se tiene una Democracia tutelada donde se dice a los gobiernos lo que hay que hacer desde los estamentos financieros".

Respecto a la posibilidad de unas elecciones anticipadas, opinó que sería "malo" en estos momentos ya que, en un escenario de inestabilidad y confusión como el actual, con cuatro millones y medio de desempleados y con medidas de ajuste que pueden acompañarse de un nuevo decreto sobre la reforma laboral, "meterle la puntilla a la situación y dejar al país patas arriba".

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