No guardes la ropa ensuciada.

Marca las manchas con un hilo antes de mojar la prenda. Una vez mojada, no se distingue y, por tanto, no sabrás dónde frotar.

Nada de echar productos al tuntún.

Limpia la mancha tan pronto como sea posible.

Nunca intentes limpiar una corbata. Suelen ser demasiado delicadas. Directamente y sin tocarla hay que llevarla a la tintorería.

Siempre que vayas a frotar una prenda con un trapo empapado, pon otro limpio y seco debajo.

No hay que ser impacientes, a veces sólo con dejar en remojo unas horas es suficiente para hacer desaparecer las manchas. Así que después de aplicar el truco o producto correspondiente, espera pacientemente unos minutos o unas horas hasta que haga efecto.

Si vamos a dar un quitamanchas conviene probar antes el producto en una parte de la prenda no visible (por ejemplo, el dobladillo), no vaya a ser que la estropeemos.

Hay que tener en cuenta el tipo de tejido antes de probar un truco o nuevo producto quitamanchas.

Texto sacado del libro Tareas domésticas para emancipados, de Carmeta.

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