En un comunicado, le reprochó que su "incompetencia" y "falta de responsabilidad" le llevaron a "adoptar medidas a destiempo, desacertadas, que van a incidir sobre el conjunto de los ciudadanos de este país y sobre los valencianos".

Gerardo Camps señaló que "muchos valencianos, con independencia de los servicios mínimos aplicables, van a ver cómo mañana no encuentran en los servicios públicos valencianos la calidad con la que normalmente se trabaja", con motivo de la huelga de la función pública, que "es un derecho legítimo de los trabajadores", recalcó.

Hizo hincapié en que las medidas adoptadas por el Gobierno central afectarán especialmente a "los más débiles: los funcionarios, los pensionistas, y por la repercusión de la huelga prevista para mañana, el conjunto de la sociedad valenciana", dijo.

"Recortando el poder adquisitivo de los empleados públicos el Gobierno no está alentando el consumo, lo que ralentizará nuestras posibilidades de recuperación económica", recalcó Camps, quien aludió al informe del BBVA hecho público hoy y a las palabras del Nobel de Economía Eric Maskin, quien calificó de "desafortunadas" las medidas adoptadas por el Ejecutivo estatal, por considerar que ralentizan el crecimiento de la economía y la recuperación.

El vicepresidente económico reprobó que esas medidas "van a repercutir sobre el bolsillo de los funcionarios y empleados públicos de esta Comunitat, cuando desde el Gobierno podían haberse adoptados otras medidas más acertadas", y precisó que los recortes salariales aplicables en 2010 en la Comunitat "van a suponer 160 millones de euros, mientras que el recorte y la congelación para el año que viene alcanzará los 300 millones de euros".