El acusado de matar a un joven a la salida de un bar de Torrelavega dice que actuó en defensa propia

Declara que se le "vino encima" mientras él trataba de evitar que se le acercara blandiendo una navaja

El acusado de matar a un joven a la salida de un bar en Torrelavega en septiembre del año pasado declaró hoy ante la Audiencia de Cantabria que actuó en defensa propia y que fue la víctima quien se le "vino encima" mientras él sostenía un cuchillo con el que trataba de repeler el ataque.

"Fue todo muy rápido, salimos del bar, el chico vino hacía mí sin motivo aparente, nos pegamos y sacó el cuchillo", narró D.R.A ante el Tribunal del Jurado en el juicio iniciado hoy en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria. "Actué en defensa de mi vida", recalcó.

D.R.A. se enfrenta a una petición de penas de 17 años de prisión por parte del Ministerio Fiscal, que le considera responsable de un delito de asesinato, al sostener que en septiembre de 2009 siguió a una pareja con la que había estado antes en un local de Torrelavega y clavó al varón un cuchillo de 20 centímetros, con la intención de matarle.

En su declaración, el acusado, de nacionalidad brasileña, admitió que estuvo en el local el día de los hechos, que estuvo hablando con la pareja, que salieron juntos del establecimiento y que la víctima, de 29 años y natural de Valladolid, falleció por una puñalada que D.R.A. reconoció haberle asestado.

Pero, en cambio, negó haber intentado matarle. "Yo me defendí", declaró, explicando que tras iniciarse una discusión entre ambos, "él quería pincharme" y se le "vino encima", incluso a pesar de que había visto como este blandía un arma blanca con la intención de que la víctima no se acercara a él y no le agrediera.

Este arma, según dijo al acusado, se la encontró en un agujero del baño del local, en un hallazgo que se produjo cuando él iba a guardar en ese mismo lugar cocaína para evitar que la Policía se la encontrara.

Su abogado defensor explicó que el acusado tiene un "problema" con el consumo de drogas y alcohol, y el propio D.R.A. contó ante el Tribunal del Jurado que previamente estuvo tomando "unas rayas" en este establecimiento y que es "consumidor habitual" tanto de cocaína como de alcohol y pastillas.

Según contó, tras el incidente él se marchó sin saber que la víctima había fallecido, aunque pese a desconocerlo estuvo escondido durante nueve días. No fue hasta que se enteró por el comentario de unos conocidos en una comida de que esa noche se produjo una muerte cuando comenzó a pensar que podía deberse a él. Entonces, se entregñi a la Guardia Civil.

El acusado tenía residencia legal en España, y había sido condenado en 2007 por un delito de lesiones, a una pena de dos años de prisión que fue suspendida, condicionada a que no cometiera nuevos delitos y mantuviera buena conducta.

El Ministerio Fiscal le considera autor de un delito de asesinato, por el que le pide 17 años de prisión, sin circunstancias modificativas de su responsabilidad, además de una indemnización por importe de 150.000 euros a los padres del fallecido.

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