A preguntas de los periodistas en rueda de prensa, Torres Hurtado quiso aclarar que este asunto no le preocupa "nada" porque él es el alcalde que "menos cobra de Andalucía y en el peor de los casos ganará más" cuando se aplique la medida, aunque hizo varias reflexiones para justificar que el PP-A se abstuviera en la votación del pasado jueves sin que esto suponga que es "un bicho rarísimo".

Así, aseguró que la propuesta de la FAMP "lejos de un ahorro supondrá un aumento del gasto público", porque un regidor de un municipio de 20.000 habitantes podrá cobrar 40.000 euros de sueldo. En el caso de la provincia granadina, un total de 162 municipios podrán adherirse a esta propuesta y aumentar los sueldos de sus regidores hasta alcanzar esta cantidad cuando algunos de ellos —añadió— "no alcanzan esta cantidad en sus presupuestos".

Así, se mostró convencido de que la abstención temporal del PP-A se basa en el "sentido común" y avanzó que en su caso se mantiene a la espera de conocer si su partido alcanza algún acuerdo con el resto de fuerzas políticas en los próximos días.

Habrá pleno extraordinario

Pese a estas declaraciones, Torres Hurtado garantizó que en los próximos días convocará un pleno extraordinario para aplicar las reducciones salariales que aprobó el pasado 25 de mayo la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para los cargos locales, que en el caso del Ayuntamiento de la capital granadino supondrá un ahorro de unos cuatro millones de euros.

Al sueldo del alcalde se aplicará un descenso del nueve por ciento, unos 6.000 euros brutos anuales, mientras que los seis tenientes de alcalde sufrirán un recorte del ocho por ciento, mientras que para el resto de concejales del equipo de gobierno (PP) y del PSOE con dedicación exclusiva será del siete por ciento, respetando así la tabla orientativa elaborada por la FEMP

Este recorte del ocho por ciento no se extenderá a los dos ediles de IU, puesto que cobran menos que sus compañeros —unos 30.000 euros brutos al año— a raíz de que rechazaran aplicarse la última subida salarial aprobada en pleno, de modo que su retribución anual bruta será reducida en un seis por ciento.