El acusado añadió además que nunca llegó a «ponerle la mano encima» y que dentro del matrimonio «nos entendíamos bien, a nuestra manera, aunque a veces reñíamos». Por otro lado, el comandante de la Guardia Civil de La Victoria señaló que el acusado nunca había supuesto un peligro, ni un problema.
«Alfonsa y yo nos entendíamos bien, a nuestra manera»
Pedro Cantillo, acusado por la muerte a palos de su esposa Alfonsa Mohedano, de 35 años, el pasado 7 de octubre de 2004 en La Victoria (Córdoba), declaró ayer durante la segunda sesión del juicio que su relación con ella era buena, la trataba bien y que no quería poner fin a la vida de su mujer.
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